Con la muerte de Germain Grisez el pasado 1 de febrero, el catolicismo ha perdido no solo a uno de los teólogos y expertos en ética más originales del último medio siglo, sino a uno de los protagonistas indiscutibles de lo que se puede llamar “guerra cultural” de la Iglesia durante ese tiempo.
A través del prisma de su reformulación de la opinión de Santo Tomás de Aquino sobre la teoría de la ley natural, Grisez se convirtió en uno de los más enérgicos y declarados defensores de la visión tradicional sobre temas conflictivos de moral sexual como el control de la natalidad y el aborto. La relevancia de estos dos debates se refleja en nuevas aportaciones que envuelven a cada uno de ellos, aunque en diferentes direcciones.
En el 50 aniversario de la ‘Humanae vitae’, el bombazo de Pablo VI confirmando la tradicional prohibición de los métodos artificiales de control de natalidad, hay claros síntomas de que los católicos temen que el papa Francisco está a punto de darle la vuelta a este tema.
¿Está siendo la encíclica reinterpretada?
Esta semana, el respetado escritor vaticanista Sandro Magister publicó un artículo titulado “Adiós, ‘Humanae vitae’”, en el que defiende que la encíclica está siendo “reinterpretada radicalmente” bajo Franciso con “un cambio paradigmático”, en el que sus enseñanzas no serán definitivas, porque el mensaje es que hay situaciones en las que se abre un camino de discernimiento que pueda llevar legítimamente a una pareja a elegir otras opciones.
Entre otros datos, Magister citó el hecho de que el teólogo italiano Maurizio Chiodi, recientemente nombrado como miembro de la Academia Pontificia para la Vida, habló en la Universidad Gregoriana de Roma (jesuita) y que su postura se valoró positivamente por el Avvenire, el periódico oficial de la Conferencia Episcopal Italiana. En resumen, Chiodi mantiene que la planificación natural familiar no es la única opción para las parejas que deseen una paternidad responsable, y que la “tecnología” –anticonceptivos artificiales– pueden ser lícitos e incluso “necesarios”.
Detrás de todo esto, Magister y otros recelan sobre hacia dónde va el Papa, citando una entrevista con Corriere della Sera en marzo de 2014 en la que dijo: “Todo depende de cómo se interprete la ‘Humanae vitae’… la cuestión no es tanto el cambio de doctrina, sino el ahondar profundamente y asegurarnos de que el acompañamiento pastoral tiene en cuenta situaciones y lo que las personas pueden hacer”.
¿Es diferente de la práctica pastoral en muchos lugares?
Algunos escépticos pueden ver esto como una creciente tendencia de la derecha católica, que cada vez que Francisco dice o hace algo que parece ambiguo, se interpreta inmediatamente de la peor manera posible según su punto de vista. Otros pueden decir que incluso si lo que Magister especula es cierto, ¿es muy diferente de lo que de hecho es la práctica pastoral en muchas partes del mundo desde hace ya tiempo?
En cualquier caso, la nueva controversia inyecta una nota de drama en este año del aniversario, en el que Francisco seguramente hará una declaración sobre la encíclica en algún momento (una fecha obvia puede ser el 25 de julio, fecha real del aniversario).
En su conjunto, la controversia en control de natalidad y el aborto en este aniversario sugiere que las cuestiones que ha provocado –y las que han dominado la teología moral católica desde el Vaticano II– siguen sanas y salvas, aunque con diferentes apariencias y distintos perfiles.