88… son los años que acaba de cumplir, el pasado miércoles 17, Francisco de Roma. En un mundo que valora cada vez más la juventud cronológica, esa edad pareciera estar asociada no solo a la natural senectud y desgaste corporal, sino a la incompetencia y a los dislates propios de tanto calendario acumulado. Fue lastimoso atestiguar, por ejemplo, durante el debate presidencial norteamericano, los devaneos seniles de Joe Biden, también anciano, aunque seis años menor que Bergoglio.
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El argentino conserva una lucidez asombrosa, que contrasta con una salud física lastimada por el paso del tiempo y el peso de las enfermedades. Pero, casi noventero, no pierde la oportunidad para sorprendernos con decisiones y comunicados propios, más bien, de un joven rebelde e idealista.
Esta semana que termina, por mencionar solo algunos posicionamientos, pidió a los curiales vaticanos que bendigan y no maldigan; juzgó como un suicidio programado de un país la política educativa de su paisano Javier Milei; cuestionó si quienes hacen el camino de Santiago en verdad peregrinan; y condenó el ataque israelí que mató varios niños en Gaza: “esto es crueldad, esto no es guerra”, sentenció.
Pero quizá lo que más caracteriza esta mezcla de arrojo impetuoso y madura serenidad es la certeza que tiene el papa Francisco de no imponer, en base a su autoridad, modificaciones y reformas no suficientemente asumidas por la comunidad toda.
Una clara muestra de esta paciencia cumple un año de vida. El 18 de diciembre del 2023 se publicó la declaración ‘Fiducia supplicans’, que tocaba el tema de las bendiciones en general, y a las parejas homosexuales en particular. Francisco de Roma pudo haberse pronunciado de manera más indicativa, a través de una encíclica, pero lo hizo con esa declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. No había un mandato, entonces, sino un compartir sus reflexiones sobre el tema.
Después de la natural conmoción que arrojó el texto, sobre todo en sectores conservadores, ha pasado a ocupar un lugar… en las bibliotecas y archivos de las oficinas parroquiales. Quienes ya otorgaban esas bendiciones lo siguen haciendo, los que no, se mantienen en su negativa. Quizá algunos pocos, todavía leales al sucesor de Pedro, modificaron su postura, pero creo que son los menos.
Permitir el matrimonio sacramental de los homosexuales, como aceptar el celibato sacerdotal optativo y otras modificaciones a la disciplina eclesiástica, no dependerá de una decisión desde arriba, sino de un consenso generalizado acá abajo.
Felicidades, pues, al papa Francisco por su cumple. Que nos dure muchos años más, combinando como lo ha hecho hasta ahora la osadía juvenil con la sensatez que solo se adquiere mediante la experiencia.
Pro-vocación
Pues el próximo martes es Noche Buena y el miércoles Navidad. Te deseo que no te posiciones frente a ellas como un espectador observante, sino como un actor, si bien no protagónico, sí activo participante. Que abras tu corazón para que el mundo haga lo mismo con sus estructuras, y que en vez de guerras promovamos la paz, de injusticias pasemos a la búsqueda de una equidad digna, que la mentira ceda ante la verdad y sobre el odio reine el amor. ¡Feliz Navidad 2024!
