VIERNES
Sigo en directo (y en la distancia) la comparecencia de Pedro Sánchez tras la audiencia papal. Alocución estructurada sobre los cuatro temas abordados con Francisco, Parolin y Gallagher. Y un olvido: la invitación a visitar Canarias. Si un Estado tiene interés en que un pontífice viaje a su tierra, lo visibiliza como prioridad en su discurso. Salvo que no haya tal empeño. Sorpresa desde mi lado de la pantalla por tal omisión. Sobre todo, porque se había anunciado una alocución sin preguntas de los periodistas. Pero hay cambio de planes. Se abre un turno de interrogantes.
Quizás obligado por la actualidad judicial. Quizás. El caso es que, en la segunda ronda, se cuela la pregunta sobre el viaje. Y hay respuesta. Afirmativa. Institucional. Pero no efusiva. “En nombre del Gobierno de España, y también yo creo que del conjunto de la sociedad española”. No parece sentirla como propia. De hecho, expone que corresponde al “interés que tiene la Santa Sede por conocer la realidad del pueblo canario y la solidaridad del pueblo canario también con esa migración que está llegando a sus costas”. Y adosa un plan adosado: que alguien de la Santa Sede, “si puede ser el papa Francisco”, viaje a Sevilla en junio de 2025 a la cumbre de desarrollo de la ONU.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
SÁBADO
Cualquier gobierno mide al detalle cuándo quiere ser recibido por un pontífice. Moncloa, más aún, a sabiendas de su milimétrica estrategia comunicativa de impacto. Pero, a veces, hay elementos ajenos que entorpecen los planes de uno. Tener cita media hora antes que Zelenski eclipsa a cualquiera. Ni un segundo en los informativos internacionales. Ni una línea en los periódicos italianos. Que horas antes estalle en su plenitud un caso de corrupción vinculado a un ministro propio acaba de eclipsarlo todo. El contenido eclesial de la audiencia, relegado. El presidente, portada en los diarios nacionales. Pero no el Papa. La imagen: un mandatario cabizbajo flanqueado por dos guardias suizos. El tema: el caso Koldo. O Ábalos, según se mire.
MARTES
Rueda de prensa de la Jornada Mundial de las Misiones. José María Calderón, director de Obras Misionales Pontificias, da la vuelta a la añeja campaña misionera: “Con el Domund no hacemos un favor a los misioneros, nos lo hacen ellos a nosotros”. Sigo después la comparecencia en las Cortes del Defensor del Pueblo. Gabilondo, aquel que casi consigue el Pacto Educativo que nunca llegó, y que ha resuelto un campo minado con la serenidad y prudencia de la que adolece la cosa política.
