Rafael Salomón
Comunicador católico

¿A qué dedicas tu tiempo?


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La vida avanza muy rápido y cuando menos nos damos cuenta ya ha pasado una década, en ocasiones tengo la impresión de que realmente el tiempo se ‘diluye’ entre nuestras manos. Sabemos que el tiempo pasa porque acumulamos años, canas y arrugas, nuestro cuerpo nos lo recuerda, ya no tenemos la misma vitalidad y hasta puedo decir: Las mismas ganas. Es cuestión de adaptarnos a lo que nos corresponde vivir.



He sido testigo de deportistas que fueron grandes promesas y que actualmente les cuesta trabajo caminar y moverse, el tiempo pasará para todos y debemos aceptarlo, cambiaremos y la vida ya no será la misma. Aunque es importante hacer una aclaración, en ocasiones la mente no envejece, más bien, adquiere un proceso de maduración en el que la mente se mantiene lúcida y fresca, aunque el cuerpo muestre serios indicios de deterioro.

Así es la vida y sus consecuencias, el tiempo pasará para todos y sus efectos los vamos a experimentar en ‘carne propia’. Ninguno nos escaparemos, es la promesa de la vida. Algunos expertos comentan que nuestra impresión que tenemos acerca del paso del tiempo, depende de las emociones, nuestra edad, las actividades que realizamos si son de nuestro agrado o no, de manera que pasa lento cuando estamos aburridos y muy rápido si nos agrada lo que estamos haciendo.

El tiempo de las misas

Conozco a muchas personas que al hacer oración les parece una eternidad participar y también, a quienes olvidan las horas que transcurren. En México algunas misas pueden variar en su duración y esto depende del sacerdote, en ocasiones llegan a extenderse más de hora y media, hasta tres horas, esto depende del tipo de celebración. He escuchado comentarios de que la misa fue muy larga, de que si fue demasiado tiempo o si se aburrieron.

Reloj en mano

Reloj en mano. Foto: Unsplash

Indudablemente son percepciones, pero el tiempo para Dios nunca será infértil si lo sabemos aprovechar, los maestros de la vida espiritual consideran que la oración y hacer oración es el mejor medio para crecer espiritualmente y conocer más a Dios, pero si no somos capaces de disfrutar una misa ‘larga’ difícilmente podremos pasar tiempo con Nuestro Señor, tristemente esa es la medida de nuestros deseos para estar con Él.

“Le dijo a Pedro: «¿No pudieron velar conmigo ni siquiera una hora? Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil»”. Mateo 26, 40-46

“Tiempo a nuestra relación con Dios”

Y una vez más, volvemos al tema del tiempo, ese que se va y que también se queda, que nos recuerda constatemente que nuestra existencia es limitada y por ello, debemos dedicar más tiempo a nuestra relación con Dios, a procurar tener una vida llena de momentos maravillosos con los nuestros y de disfrutar lo que nos corresponda, porque tiempo habrá, lo que no tendremos será existencia. Así que, dejemos de luchar contra el tiempo y aceptemos que pasará nos guste o no.

Un reconocido psiquiatra estadounidense que ejerció su especialidad durante décadas y autor del libro ‘El camino menos transitado’, el primer ‘best seller’ mundial que combinó la autoayuda y la espiritualidad dijo: “Hasta que no te valores a ti mismo no valorarás tu tiempo. Y hasta que no valores tu tiempo no harás nada con él”.  M.Scott Peck.