Todos los martes en punto de las 7 de la noche asisten a la cita, no falta ninguno y cada vez se van sumando más, el punto de reunión no es una dirección física, más bien, son todas las carreteras de Estados Unidos por donde ellos se encuentran.
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Una llamada telefónica los une, son trabajadores del volante, mientras conducen esas enormes máquinas sobre ruedas y recorren kilómetros con diferentes cargamentos, van nutriendo su espíritu, fortaleciendo su alma, todos están dispuestos, con enorme apertura a la oración y la reflexión.
El grupo se llama así: APÓSTOLES EN EL CAMINO y es un verdadero privilegio compartir y colaborar con ellos, expertos del volante, con un corazón dispuesto a aprender y a conocer, desean estar cerca de las enseñanzas de nuestra Iglesia.
Rezar y compartir
Todos los días tienen diferentes actividades, rezan el Rosario, comparten la Palabra, hacen transmisiones vía zoom para reflexionar acerca de temas espirituales, tienen un programa radial, participan en charlas con mi amigo el diácono Enrique Penunuri y los días martes se reúnen conmigo, donde abordamos temas humanizadores y sensibles, siempre desde el Magisterio de la Iglesia católica. Jamás se me hubiera ocurrido que podría existir un grupo con estas características, ya que los trabajadores del volante, en su gran mayoría, no se definen por la disposición y mansedumbre.
Imagen: Apóstoles en el camino (Facebook)
No cabe duda que los caminos del Señor son sorprendentes y muestra de ello, es el surgimiento de este grupo. Hace algún tiempo un amigo muy apreciado Fabio Arce, a quien le agradezco infinitamente que me haya hablado de su existencia, al escucharlo me pareció muy interesante, pero tuvieron que pasar muchos días para que tuviera ese primer encuentro y desde ese momento me quedé con ellos, viajando como copiloto una vez por semana.
El patrono de los conductores es San Cristóbal, según la tradición fue un hombre de gran estatura y se desempeñó como soldado del Imperio Romano; también se dice que tenía un alma caritativa y trataba de ayudar a los cristianos cautivos. Era creencia común que bastaba mirar su imagen para que el viajero se liberara de todo peligro durante el día, por ello es considerado patrón de peregrinos, viajeros, motociclistas y transportistas en general.
APÓSTOLES EN EL CAMINO, realmente son únicos y agradezco que cada martes se reúnan puntualmente y en silencio escuchen siempre con atención. Ahí he abordado temas como: El machismo, perdón, duelo, infidelidad, infancia, envidia, entre otros.
Sus fundadores Ramón Patiño, José Mercado, Bernardo Obregón y Francisco J. Gómez lo iniciaron en marzo del 2012, actualmente y de forma activa hay 167 integrantes quienes se encuentran en ciudades como California, Houston, Laredo, Oklahoma, Dallas, Chicago, Atlanta, Zacatecas, Torreón y Mcallen.
Valoro que me permitan subir a la cabina de sus traileres y en 60 minutos acompañarlos en su recorrido. Una vez más me sorprende la sencillez del amor tras el volante.
