Bertone paga los platos rotos


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Pepe Lorenzo(José Lorenzo– Redactor Jefe)

“Han pretendido desatascar el ‘caso Bertone’ y, con los votos de PSOE e IU-ICV, avanzar en la reprobación del cardenal secretario de Estado del Vaticano por unas declaraciones suyas sobre homosexualidad y pedofilia. Este impulso coincide con el anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que la reforma de la Ley de Libertad Religiosa ya no es prioritaria”



Recién llegados de las vacaciones, los miembros de la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados han aprovechado para retomar los asuntos pendientes y dedicarles los primeros esfuerzos del curso, no vaya a ser que la crisis económica luego les tenga entretenidos y no puedan sacar adelante aquello que realmente preocupa a nuestra sociedad. Por eso han pretendido desatascar el “caso Bertone” y, con los votos de PSOE e IU-ICV, avanzar en la reprobación del cardenal secretario de Estado del Vaticano por unas declaraciones suyas sobre homosexualidad y pedofilia.

Este impulso –frenado por la Mesa del Congreso– coincide con el anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que la reforma de la Ley de Libertad Religiosa (cuyo texto duerme desde hace meses en el cajón del despacho de José María Contreras, director general de Relaciones con las Confesiones) ya no es prioritaria. No es descabellado pensar que Bertone debe pagar los platos rotos de esta indigesta decisión, sobre todo para los sectores más anticlericales del PSOE.

Bertone hizo esas declaraciones en Chile, a las que Lombardi no habría dado el visto bueno. No fueron políticamente correctas, aunque citase a científicos. En Cuba, mucho antes, Fidel Castro dijo de los homosexuales: “Yo no soy científico, pero sí observé siempre una cosa: que el campo no daba ese subproducto”. Y esos “subproductos” eran enviados a campos de reeducación. No tengo conocimiento de que el Congreso haya intentado nunca repudiar a Castro, y juraría que Pajín no ha estado ahora en Cuba para notificárselo. Ignoro lo que opina la Junta de Portavoces.

Zapatero también pasó de puntillas en China sobre los derechos humanos en ese país, donde no son muy escrupulosos al respecto. El presidente dijo que ése era un tema de la Unión Europea. La Junta, liada con lo Bertone, no tiene ojos para esos asuntos. Están a lo que importa. Y que, además, no tiene efectos secundarios para la economía.

En el nº 2.720 de Vida Nueva.