Aquí yace la dulce muerte misma,
se quedó tiesa ante la tumba vacía
pues ese Jesús revivió al tercer día
Y el milagro no le cupo en la crisma.
Calma flaquita, no pierdas carisma
Ahora todo es risa, alegría.
Te ven sin llanto, normal travesía,
de nuevo pasaje, no brutal cisma.
Mirarte así nos libera del mundo,
de tu mano, Él nos colma de honores
mostrándonos un espacio profundo.
Tras tu abrazo vienen tiempos mejores,
hacia ese vivir eterno y fecundo,
Descansa hermosa, viste de flores.