El impulso
Entre los muchos saludos que el papa Francisco dirigió tras la oración del Regina Caeli este domingo, 14 de mayo, uno fue para los miembros de Caritas Internationalis presentes en la Plaza de San Pedro. La principal entidad solidaria De la Iglesia intenta salir de un proceso traumático que ha acabado con la salida de la cúpula anterior por cuestiones, fundamentalmente, de abusos de poder; algo que ha incluido acusaciones de racismo o ajustes de cuentas entre los purgados. Ahora, para esta nueva etapa, Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio en Japón, ha salido elegido como presidente después de seis meses de interinidad.
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Francisco, que ya se ha dirigido a la asamblea, era espontáneo y claro al decir: “Saludo la Caritas Internationalis, que se ha reunido para elegir a su nuevo presidente”. A estas palabras formales añadió: “¡Adelante, con valor, por la vía de la reforma!” Un excursus bienintencionado y lo suficientemente elocuente para dejar atrás un momentos oscuro y desagradable en la institución que representa mundialmente la cara samaritana de la Iglesia.
El cambio
Tras el cese de la cúpula anterior, con el cardenal Luis Antonio Tagle incluido, han estado estos meses al frente de forma interina el italiano Pier Francesco Pinelli, la española Amparo Alonso y el jesuita portugués Manuel Morujão. Ahora se ha elegido al arzobispo de Tokio, Tarcisio Isao Kikuchi, como nuevo presidente. El prelado fue en su día voluntario en el campo de refugiados zaireño de Bukavu hace más de 30 años. Anteriormente ha sido presidente de Cáritas Asia de 2011 a 2019 o presidente de Caritas Japón hasta el 2022. Ahora mismo es presidente de la Conferencia Episcopal de Japón y secretario General de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia.
Cáritas Internationalis ha celebrado entonces su 22ª Asamblea Plenaria, con tintes casi de extraordinaria. En Roma han estado esta semana pasada alrededor de 400 delegados en representación de las 162 organizaciones de Cáritas que operan en 200 territorios de todo el mundo. Por este foro han pasado el Papa, y prelados de la Curia como el presidente del Dicasterio para el Desarrollo Humano del Vaticano, el cardenal Michael Czerny, o el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede. Todos han tratado de sumar para que la entidad recupere la senda de la confianza y se centre en sus objetivos fundamentales.
Los testigos
Esto es lo que intensa resaltar el arzobispo Tarcisius Isao Kikuchi, en su primera entrevista tras ser elegido presidente. “Esta es la verdadera misión de Caritas: ayudar a la gente a saber que no está olvidada”, ha declarado en los micrófonos de los medios vaticanos. “Caritas, es la segunda mayor agencia de ayuda humanitaria del mundo, después de la Cruz Roja Internacional”, apuntó apelando a que “Cáritas debe ser testigo del amor de Dios”.
“Queremos estar con ellos [con los olvidades]. Por supuesto, proporcionamos asistencia profesional, pero al mismo tiempo queremos decirles que siempre estamos con ellos. Siempre estamos trabajando con ellos; siempre nos acordamos de ellos. Nadie será excluido; nadie será olvidado”, reitera el arzobispo.
Misionero en Ghana, con su congregación los Misioneros del Verbo Divino, comprendió que “no podemos traer esperanza de fuera. Podemos traer comida, materiales y todo lo demás de fuera y dárselo a la gente en dificultades. Pero no podemos traer esperanza y dársela a la gente en dificultades. La esperanza debe crearse en su corazón. No podemos ordenarles que creen esperanza. Pero podemos ser amigos y caminar juntos. Podemos estar con ellos, para que tengan la seguridad de que no se les olvida. A partir de ahí, pueden crear la esperanza de sobrevivir”, relató.
El nuevo presidente concluyó su entrevista hablando de los voluntarios, que son la base social de la institución. “Es muy importante que cada uno de estos voluntarios lleve las características de Cáritas. Ellos son Cáritas. Los que estamos en la administración, no somos sólo Cáritas. Nosotros, junto con todos estos voluntarios, creamos Cáritas”, reiteró. Parece buen punto de partida.