SÁBADO
Clausura del Diplomado sobre Doctrina Social de la Academia de Líderes Católicos. José Antonio Rosas cierra el curso. O más bien, lo abre. Porque no busca que quienes han participado den carpetazo sin más. Y, para ello, echa mano de Dorothy Day. “Una de las experiencias más desconcertantes de la vida espiritual es que Dios te toma la palabra”. Caigo en la cuenta de lo que acabo de escuchar. Y me cuesta tragar.
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LUNES
Aeropuerto de Barajas. El nuncio se apea de un vuelo procedente de Nueva York. Su anterior destino como observador vaticano ante Naciones Unidas. Allí donde trabajó mano a mano para respaldar la Agenda 2030 y redactar un documento de apoyo, con solo algunos matices. Solo algunos. No hubo enmienda a la totalidad entonces. Ni tampoco ahora.
MARTES
Escucho y veo a las ex clarisas de Belorado. Desde un plató. Entrevista cara a cara. Podría abordar con cierto humor e ironía lo que contemplo. Pero no soy capaz. Porque me preocupa el trasfondo. Y su devenir. El día después del foco mediático. Entre las palabras que se acumulan en su argumentario cismático llegan a asegurar que el pontificado actual ha equiparado a Jesús con Mahoma. Lo cierto es que el argumentario que utilizan no me es ajeno. Se lo he escuchado a alguna mitra, a algún ‘influencer’, a algún columnista digital. Algunos de ellos ahora se llevan las manos a la cabeza por la deriva cismática de las monjas burgalesas. No sé si se han preguntado de qué manera han contribuido a ese sedevacantismo con una psedoteología de brocha gorda con mucho de populismo ideológico disfrazado de una falseada tradición.
MIÉRCOLES
Alguien me dijo hace unos días que pasara lo que pasara en las elecciones de Venezuela, acabaría en un brote de violencia difícilmente controlable. Tanto si se reconocía la victoria de la oposición, como si se falseaban los resultados, como así ha sido. No lo vaticinaba ni un profeta ni un adivino, sino un hombre que ha sufrido en primera persona los envites de un régimen que no se anda con chiquitas para borrar del mapa a quien sea preciso. Lo del alzacuellos es lo de menos.