Raquel Lara, secretaria de la JOC
Secretaria de la JOC

El clamor ya es insostenible


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Esta semana, rescato algunos extractos y humildemente sirvo de altavoz de las bellas y sinceras palabras de una gran compañera de camino que con gran ternura, presentaba en Zaragoza el Libro ‘Decir Haciendo’, de otra gran compañera de sueños y luchas como es Pepa Torres, religiosa de las Apostólicas del Corazón de Jesús, filóloga, teóloga y educadora social, militante de muchas causas vinculadas a los sueños y las luchas de las mujeres, los feminismos, las personas migrantes y los movimientos sociales.

Y así comenzaba su intensa presentación, que para quienes estábamos allí presentes nos acercaron a sentir la vida de tantas personas que aparecen en un libro que sin duda es un grito a la justicia y al amor.

“Pepa, además, es amiga, es compañera. Es como ella quiere y trata a tantas de las protagonistas de este libro. Y por eso me voy a tomar la licencia de hablar de ella a través de ‘Decir Haciendo’.

Pepa habla en su libro, al final del todo, de las monjas de barrio. De cómo estaban en la calle, en las casas, en las asociaciones de vecinos, en los colectivos… que trabajaban, que algunas se vincularon a movimientos como la JOC o la HOAC. Que eran expertas en escuchar, en alentar el ‘sí se puede’ desde abajo y en generar lugares de encuentro. (…)

¿Quién es Pepa? Es una CUIdadana, que grita por una vida que merezca la pena ser vivida. Por un banquete permanente, el del Reino de Dios, Madre y Padre; en el que no hay personas, pueblos, culturas, sexos, etc. descartables; una comida popular sin primeros ni últimas, donde corra el vino de la justicia y la alegría, y ese pan que es cuerpo partido y repartido para la vida de todas: para un mundo donde quepan muchos mundos (como bien dicen los zapatistas).
(…)

¡Qué importante nombrar la injusticia, en un mundo herido y fracturado!

Son mujeres de barrio reivindicando un centro de salud, una biblioteca pública, cortando carreteras. Madres de presas y presos reivindicando líneas de autobús para acceder a unas macrocárceles inaccesibles. Porteadoras en Ceuta, Melilla… cuyos cuerpos son icono de una economía que se sostiene sobre el espinazo doblado. Defensores de la Sanidad frente al Goliat de la privatización. Empleadas de Hogar luchando por la dignificación de su trabajo, que saben que sin ellas, no se mueve el mundo, y que además se preguntan qué mundo estamos moviendo… Madres que viven la maternidad desde un locutorio.

Nuevos rostros de empobrecidos para quienes trabajar, ya no es suficiente. Plataformas, vecinos y vecinas que se organizan, que trafican con sueños…. Y mujeres y hombres migrantes: Que saltan la valla, que vienen en patera, que viven bajo el yugo de no tener papeles, que son manteros y se fracturan literal y metafóricamente huyendo de la policía. Que les encierran en CIE, que les deportan, que mueren por no recibir el tratamiento médico adecuado, o a tiempo, o porque se les niega (…)

En medio de esta actualidad sentía que Pepa ha sido y es invitación al grito frente al silencio impuesto. Es ternura, es compasión y es encuentro. Y es todo eso porque en un sistema perverso, donde la legalidad ha declarado en buena parte la guerra a los pobres, y donde se han colonizado conciencias que nos llevan a sospechar y a tener miedo constante, esas prácticas, como las prácticas compasivas de Jesús que fueron vistas bajo sospecha, Pepa sabe que son los signos de que otras relaciones, otro sistema, otra Iglesia,… son posibles y por tanto, son peligrosas ya que pueden desmantelar el sistema vigente. Pero tan peligrosas como necesarias.

El mundo necesita profetas

Pepa es ese colirio que quita vendas para hacer frente al discurso predominante y para no dejarnos acomodar la realidad a nuestra mirada. Para ver, por ejemplo, que los migrantes, son eso, nuestros vecinos y vecinas, personas que nos abren a nuevas perspectivas. Y que eso a algunas y algunos, les da miedo. Nos recuerdan que los blancos y occidentales, no somos la medida del mundo. Nos descubre calidad humana y resiliencia ante situaciones horribles. Y también nos recuerda el pecado social tan terrible que son las fronteras y el reparto desigual de la riqueza. (…)

“Despertemos, despertemos humanidad, ya no hay tiempo” (decía Berta Cáceres). Este es tu estilo, un estilo que a muchas mujeres y hombres, y que a muchas mujeres jóvenes como yo, nos inspira. ¡Y el mundo anda necesitado de inspiración y profetas! Pero de profetas reales, creíbles y sencillas. (…)

Eres como ese fueguito del que hablaba Galeano, “del que arde la vida con tanta pasión que no se puede mirar sin parpadear, y sobre todo, que quien se acerca, se enciende“. Y es que en tu libro, nos hablas de Pasión y con-pasión, y nos adviertes que, si es de verdad, necesariamente nos ha de movilizar y hacernos tomar partido.

Personas que creen y que crean

Tu estilo no es dar voz, porque ya la tienen. Y que la tienen en diversidad de lenguas y de acentos. Con este libro lo que has hecho es facilitar el micrófono para que escuchemos gritar y nos sumemos a gritar en lo cotidiano. (…)

Tu estilo es escribir para, como dices en tu prólogo, GRITAR. Cuestionar y denunciar. Acariciar. Por amistad. Por Libertad. Para no olvidar. Para respirar. Para que las palabras puedan hacerse públicas y políticas, y tomar las plazas y las calles… (…)

Lo que el mundo necesita son personas creyentes con mayúsculas (…) Personas que CREEN. Y que CREAN. Pepa cree en otro mundo posible y a veces dice acariciarlo con la punta de los dedos. Cree en la radical dignidad de toda persona. No cree en las fronteras pero dice transitar por ellas, no para mantenerlas, sino para saltarlas. (…)

Querida Pepa, se empeñan en ponérnoslo difícil para soñar despiertas, pero este libro, que acaricia la Buena Noticia del Dios de la Ternura, es invitación para decirles… ¡que no nos vamos a quedar dormidas!”

Zaragoza, a viernes 25 de mayo
María Pérez Martínez (Marieta). Militante de la JOC
Puedes leer la presentación completa aquí