En los seis posts anteriores, hemos visto el origen de Nick Cave y seguido el papel de la religión en su evolución hasta 2007.
Trabajos en el imaginario
El decimocuarto trabajo de ‘Nick Cave and the Bad Seeds’, publicado en 2008 -cuatro años después del último álbum de estudio con material nuevo-, tiene como motivo la figura evangélica de Lázaro. Cave explicó en su website oficial el enfoque del disco: “Desde que recuerdo escuchar la historia de Lázaro cuando era un niño en la iglesia, estuve perturbado y preocupado por ella. Traumatizado, de hecho. Todos estamos, desde luego, asombrados de los grandes milagros de Jesucristo —como levantar a un hombre de entre los muertos—, pero no he podido dejar de preguntarme cómo se sentía Lázaro. Para ser sincero, cuando era niño me daba miedo. Para este disco, tomé a Lázaro y lo llevé a Nueva York, con el fin de dar a la canción un sentimiento contemporáneo. También estaba pensando en Harry Houdini que pasó parte de su vida intentando desacreditar a los espiritistas que estaban sacando provecho de los afligidos. Él creía que no había nada que hacer en el más allá. Harry fue el segundo mejor escapista tras Lázaro, que, sin ninguna duda, fue el más grande. Quería crear un tipo de vehículo, un medio, para Houdini pudiera dialogar con nosotros desde su tumba si así lo deseaba”.
En este disco de 2008 y el siguiente de 2013 Cave retorna a un trabajo de remezcla de imaginarías, con cierto mayor distanciamiento con el sentimiento religioso de los últimos veinte años. No obstante, sus motivos son la resurrección de Lázaro y la expulsión del Paraíso. Continúa un cristianismo culturalmente muy activo.
La obra de Cave vuelve a jugar irreverente e innovadoramente con los símbolos y referentes, para investigar sus viejos y nuevos significados más profundos. ‘Dig, Lazarus, Dig!!!’ Alcanzó un notable éxito que permitió ver que la banda no se estancaba al llegara la mediana edad, sino que continuaba innovando y dando pasos adelante.
‘Dig, Lazarus, Dig!!!’ Es la primera composición, que da nombre al conjunto del disco. Larry es el protagonista de la canción, nombre próximo a Lázaro. “Larry hizo su nido en las ramas de otoño/ construido con nada más que grandes esperanzas y aire fino/ recolectadas por malditas madres de bebés”. Larry abandona el ambiente laborioso y mercantilista neoyorquino (incluido el trabajo que le pedían las madres de bebés) y se instala en San Francisco, donde estuvo un año viviendo mucho más libre con una joven de la ciudad.
La canción pega un salto y el cantor se sitúa en su propio funeral: “Puedo escuchar el llanto de mi madre/ y un montón de sillas corriéndose”. Hace referencia a las sillas moviéndose para sentarse la gente en un memorial. “No sé lo que es/ pero definitivamente hay algo allá arriba”, concluye. Entra por segunda vez el estribillo que exhorta a Lázaro a escavar en el agujero.
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El relato de Larry continúa. Se convierte en un lunático que almacena armas, las chicas le buscan y se hace un santo para una secta. Nadie le pidió nunca que saliera de su tumba ni que renunciara a sus sueños. Finalmente le abandona todo el mundo, pierde su fama y regresa a Nueva York, donde acaba siendo una persona sin hogar, drogada, haciendo cola en comedores.
Se siente un esclavo en prisión, luego en una cínica psiquiátrica y finalmente, encerrado en una tumba. Entonces la canción se pregunta: “¿Pero qué sabemos realmente nosotros sobre los muertos/ y a quién le preocupa realmente?”. Responde de nuevo: “Bueno, no sé lo que es/ Pero definitivamente hay algo allá arriba”.
La canción nos habla de un viaje. Larry abandona la vida convencional de familia y trabajo, para llevar una vida más libertaria en la que acaba siendo el líder de una secta armada, como Charles Mason. Cuando fracasa, se encierra en las drogas, el sinhogarismo, un psiquiátrico y finalmente la muerte. Lo único que permanece a lo largo de tal drama es la convicción de que no se sabe qué, pero hay un Dios sobre todas las cosas.
En este caso, la llamada a resucitar parece ser la salida de todas esas contingencias. En medio se siente el muerto en el funeral, con su madre llorando. La canción llama a salir de ese triste final, de la vida libertaria y sectaria en California, y también de la vida en nueva York.
Salir para ascender a algo más elevado. Para Cave, salir de la tumba no significa solamente salir de la tumba de la muerte como Lázaro (Evangelio de San Juan 11, 1-44), sino salir de las vidas sin sentido, cavar en ellas para salir, paradójicamente, hacia arriba, elevarse a Dios.
El álbum inspirado en Lázaro va recorriendo las historias de personas perdidas o encerradas en sus vidas, a las que tiene sentido llamarles a salir de la tumba y la trampa. En el séptimo corte, ‘Hold On To Yourself’, se vuelve al campo religioso dando lugar a Jesús en la trama.
“Estoy tan lejos de ti/ Paseo arriba y abajo por mi habitación/ ¿Jesús solamente ama al hombre perdedor?”, comienza la primera estrofa. “Las ciudades se oxidan y arruinan/ Las fábricas cierran…”, luego presenta a una mujer también colapsada y termina: “Jesús hace que las flores crezcan alrededor de la escena de su colisión”.
En su conjunto, la canción es una canción de retorno a la amada en peligro de la que se está lejos y a la que se manda un mensaje de esperanza: Jesús ama a los perdedores y hace crecer flores alrededor del fracaso. Es un mensaje de redención y resurrección. En ‘Jesus of the Moon’, la referencia a Cristo es más estética, una comparación que habla de confianza y serenidad.
‘Push the Sky Away’, de 2013, tiene una referencia general a la expulsión del Paraíso. De nuevo cave se mueve dentro de la imaginería bíblica, aunque con desplazamientos culturales que le permiten unir muy diferentes cuestiones. Sus obras no cierran tesis, sino que despliegan múltiples significados y aplicaciones, una suerte de lanzamiento a la universalidad.
Desde ahí se entiende esos versos donde el cantor afirma “Creo en Dios/ Creo en las sirenas también” (en Mermaids). Se traslada interreligiosamente al panteón grecorromano cuando en la canción Lightning Bolts –la última pieza del disco- aborda las manifestaciones de los indignados en Atenas y dialoga con Zeus.
Antes, en ‘We Real Cool’ se refiere al Buen Pastor cuando pregunta quién hizo todo el bien que recibió el otro en su vida, “¿quién tomó tus medidas?… ¿Quién midió la distancia entre los planetas?”. Volvemos a la ambivalencia de trabajos anteriores, como los del doble álbum de 2003, especialmente en la parte de ‘The Lyre of Orpheus’.