En el post anterior hemos visto el origen de Nick Cave y el papel de la religión en su evolución hasta 1987.
Comienza el Nuevo Testamento
En 1988 publican ‘Tender Prey’ –el quinto álbum del grupo–, que viene encabezado por la canción ‘The Mercy Seat’ –’el Asiento de la Misericordia’–, que es la historia de Jesucristo revisitada por un posible mendigo al que dan a comer una sopa en la que se aparece el rostro de Jesús.
Escucha “la historia de cómo Cristo nació en un pesebre, y, como algunos extraños harapientos, murió en cruz y podría decir que parecía ajustarse a lo que fue su vida, pues él era carpintero de oficio, o al menos eso me contaron. Igual que tatué las letras M.A.L. alrededor de mis cinco dedos, como esos dedos, nadie protestó ni se resistió [a la crucifixión]. En el Cielo el trono de Cristo está hecho de oro –el Arca de la Alianza está a salvo–, es un Trono desde el que toda la historia ha sido revelada. Aquí abajo, el trono [el asiento] está hecho de madera y alambre, mi cuerpo arde en llamas, pero Dios nunca está lejano. Me subo al asiento [trono] de la misericordia: mi cabeza está afeitada y alambrada, y como una polilla que trata de entrar en el candil, trato de salir de la vida mundana para esconderme un rato en la muerte. De todos modos, nunca mentí”. El reverso del Trono de la Misericordia es la silla eléctrica a la que aplican la pena de muerte.
La lucha espiritual en esta canción es absolutamente explícita: el gusto por la muerte, lo oscuro y lo marginado, el reverso de la “buena sociedad”, le acerca a la misericordia. “Y el asiento de la misericordia está esperando y pienso que me arde la cabeza y en cierto modo anhelo rehacerme con toda esta medida de la verdad. Ojo por ojo, diente por diente, he dicho la verdad y no temo a la muerte. El asiento de la misericordia está ardiendo y mi cabeza brilla y en cierto modo tengo la esperanza de ser hecho de nuevo con toda esta ligera carga de la verdad”.
La pieza muestra un alma sincera que se encuentra frente a verdades que lejos de tener el peso corrosivo de otros tiempos, son una carga ligera y tienen forma de misericordia. Se siente libre frente a la muerte, solamente le guía la recta búsqueda de lo justo, de la verdad. Le rodea la confusión: le arde la cabeza, le sale humo de ella, le da vueltas.
No se atreve a sentarse en el asiento de la misericordia. La duda, la ambigüedad, el recelo, le impide sentarse y lo rodea como la polilla se acerca a la luz. Se refugia en lo oscuro, en el cómodo olor del margen, sin perder de vista que le espera el espíritu de la misericordia, Cristo.
‘The Mercy Seat’ es la canción que abre este disco de 1988, pero la última canción revela mejor el momento en que se encuentra. Su título es ‘New Morning’. “Una mañana me desperté y un nuevo Sol estaba brillando. El firmamento era un reino totalmente cubierto de sangre y la Luna y las estrellas donde yacían las tropas vencidas que solamente habían conquistado un alimento espiritual muy pobre. En las lanzas de Sol brillante, que los valientes alzaron en su conquista, se mecían sobrenaturales estandartes de fuego”.
De nuevo nos encontramos un imaginario apocalíptico, pero rebosante de esperanza. Un nuevo amanecer en el que él ve yacentes los ejércitos con que había intentado la conquista, y aunque las tropas estaban vencidas, sus estandartes ardían en un nuevo fuego y luz sobrenatural del nuevo Sol.
Entonces en la canción, “me hinqué de rodillas en el Jardín que inundaba el nuevo amanecer y una voz sonó tan brillante que cubrí mis ojos. Gracias por darme esta nueva mañana de esplendor”. Aparece Dios que le otorga un nuevo día en el que todo es claridad. “La tarde había sido tan escarpada, oscura y sangrienta. No habrá tristeza, no habrá lágrimas, no habrá camino excesivamente estrecho, habrá un nuevo día y ya es hoy y para nosotros”.
El tono hímnico de la segunda parte de la pieza lo transforma en un salmo bíblico en el que nace un hombre nuevo en un nuevo día iluminado por la Voz o Palabra de Dios.
‘Fue en la cruz’, himno del Evangelismo brasileño
En el cambio de Cave tiene mucho que ver la relación amorosa que inicia con la periodista brasileña Viviane Carneiro y su rehabilitación de la heroína. Tras la caída del Muro de Berlín, Cave abandona la ciudad y traslada su residencia a Sao Paulo. El estilo musical de cave también experimentó un gran giro y en 1990, publicó ‘The Good Son’.
Para alguien que había perdido tan temprano a su padre, era un título que le involucraba vitalmente. Al año siguiente, Cave sería padre por primera vez, de su hijo Jethro, fruto de una relación anterior. El mismo año y tan solo 10 días después, tuvo su segundo hijo, Luke, con Viviane.
Nick Cave dice que su itinerario artístico se divide en dos etapas, antes y después de 1990. Sostiene que antes de 1990, es una época del Antiguo testamento, mientras que a partir de 1990 comienza una época que llama de Nuevo testamento. “Con el tiempo comencé a sentirme más amable y afectuoso con el mundo, y al mismo tiempo leía más el Nuevo Testamento” (Hattenstone, 2008).
Temática, estética y factura varían radicalmente en ‘El Buen Hijo’. Cave abre el disco dando voz a una canción explícitamente religiosa que constituye un himno del Evangelismo brasileño, ‘Foi na cruz’. ‘Fue en la cruz’ es una canción penitencial en la que los propios pecados son redimidos en el dolor de Cristo crucificado.
“El amor vino tocando a nuestra puerta, pero tú y yo, no estábamos ya allí. Dormíamos un poco, un pequeño sueño, acogíamos un poco nuestras manos para dormir, un pequeño amor, un pequeño odio, pequeña, un poco de engaño y hacernos trampa… Sigue soñando hasta que no puedas tener más sueños para nuestros grandes planes, pequeña. Nuestros sueños serán eternos”. La canción habla de los pequeños gozos y engaños de la vida de pareja, llamada a dar vuelo a sus sueños que merecen ser eternos.
Padre e hijo, amor y ruptura, daño y fuga, llamada y maldición, sollozo y reencuentro entre padres e hijos forman la temática de las primeras canciones. “Oh, padre, dime, ¿estás llorando?/ Tu cara está húmeda al tacto/ Lo siento, Padre,/ nunca pensé que te fuera a doler tanto”, dice en ‘The Weeping Song’, basada en la canción religiosa de Gospel titulada ‘Who Will Be a Witness’? Todo el disco es un gran lamento.
En ‘Lament’, es la voz del padre la que toma la palabra y lamenta que el hijo se ha ido y no hay nada por decir. El padre echa de menos “tus lágrimas de orfandad”. ‘The Good Son’ es una derivación de una canción tradicional –’Another Man Done Gone’- inspirada en Caín y Abel, que abunda en un disco que abrió una nueva etapa artística y vital en Nick Cave.
Tras nacer sus dos hijos en 1991, lanza en 1992 el trabajo ‘Henry’s Dream’. La obra confirma el nuevo rumbo estético de Cave y su banda, basado en un trabajo narrativo y lírico profundo, en el marco del blues. El álbum viene encabezado por una canción que continúa la temática fundacional de padre e hijo.
En ‘Papa Won’t Leave You, Henry’, el estribillo canta “Papá no te dejará, Henry, papá no te dejará, chico, porque el camino es largo, el camino es duro y muchos caen en la cuneta, pero papá no te dejará, Henry, así que no hay nada por lo que tengas que llorar”. Pero papá sí le dejará y el camino se tornará huérfano y truculento.
La refundación existencial y vital de Cave parece haber removido los cimientos de su vinculación con su padre y su familia, las pérdidas, abandonos y la nostalgia. Cave “estaba cargando un cuerpo sobre mi espalda, tuve un sueño, Joe, ¿a dónde te fuiste, Joe?”, canta en ‘I Had a Dream, Joe’.
Esta época de Nuevo Testamento recogerá todo lo aprendido artísticamente en la etapa anterior de Antiguo Testamento y lo trabajará desde una perspectiva de redención, pero con la misma complejidad, sin renunciar al tratamiento literario postpunk de los referentes, con notable dureza, imágenes rupturistas y violaciones expresivas. Dolor y redención caminan sin dejarse de la mano.
En ‘Straight to You’, el Cielo le ha negado su Reino, los santos cantan ebrios a la Luna y los carros de los ángeles chocan unos con otros… Cave se siente capturado y va a echarse a correr otra vez. “Yo soy el capitán de mi dolor”, dice un verso de ‘Brother, My Cup Is Empty’. En ella, tiene su copa vacía y está sin un centavo, pide a un hermano que le preste algo porque “tengo que volver a casa”.
En el mismo álbum de 1992, la canción ‘Christina the Astonishing’ es una religiosa del convento de Santa Ana que tras morir es enterrada en una pequeña iglesia de Lieja, donde salió de su ataúd y se alzó en lo alto de la nave denunciando “el hedor del pecado humano”, “es más de lo que puedo soportar”. Cave sigue siendo consciente de la profundidad el daño y la corrosión. Toma la voz de Sor Cristina para sombrar al mundo con una voz que fustiga el mal y la mentira.
Pero a la vez que es mordiente y sarcástico, tiene una nueva relación con el Cristo al que en el álbum anterior cantaba en su cruz. En ‘When I First Came to Town’, canta al “dulce Jesús”, al que llama Señor y con quien se encuentra en los alrededores y al final de las ciudades. Cansado le llama porque siempre hay una ciudad más a la que ir.