El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se celebra el 25 de noviembre y desde el Consejo de la Juventud de España (CJE) hemos lanzado la campaña ‘Jóvenes por una educación libre de machismos’ en redes sociales, que culminó con la participación en la manifestación de Madrid el pasado domingo. El CJE es una plataforma que engloba a entidades juveniles, un espacio de participación de la juventud para el desarrollo político, social, económico y cultural. Para la JEC supone un encuentro con otros jóvenes comprometidos en la sociedad, cada uno desde su asociación, luchando por transformarla.
Para su elaboración, entre otras cosas, se ha creado un Grupo No mixto que busca potenciar la figura femenina en las entidades y su empoderamiento. Mujeres con necesidad de alzar la voz ante la opresión que sufren en una sociedad machista que nos educa a los hombres como superiores. Como jóvenes cristianos no podemos obviar la violencia psicológica, económica o social que se ejerce contras las mujeres. El mito del amor romántico se manifiesta a través de celos o control en situaciones extremadamente normalizadas en las que no vemos la punta del iceberg hasta que ocurre el asesinato, y no solo eso es violencia de género.
Hoy quiero traer a dos mujeres jóvenes que lanzan un grito que es necesario escuchar, también en la Iglesia: Rozalén y Rosalía.
Una puerta violeta
En su último disco, Rozalén dibuja una “puerta violeta en la pared”, para que crucen por ella todas las mujeres que viven con miedo ante un “monstruo gris en la cocina, que lo rompe todo y que no para de gritar…”.
A lo largo de las estrofas, narra el acoso a las mujeres, lo que callan por miedo y la culpa que muchas veces recae sobre ellas. Consigue una musicalidad que te engancha toda la canción, pero que, si te detienes a escuchar, escandaliza por su triste realidad.
En el estribillo encontramos la libertad a la que muchas mujeres no llegan, a través de una puerta que libera y encuentra al otro lado un espacio seguro. Cantar tan bonito contando algo tan desgarrador, es una auténtica maravilla que pone los pelos de punta.
El mal querer
Basado en ‘El romance de Flamenca’, del siglo XIII, Rosalía refleja en su último disco una historia de violencia de género basándose en el mito del amor romántico, yendo a las raíces de tal construcción cultural. El disco se divide en once canciones que corresponden a cada capítulo del romance. Así, con ‘Malamente’ (Capítulo 1: Augurio) comienza el disco, presagiando lo que le espera a la relación. “Quiera o no quiera… va a estar conmigo ella hasta que se muera” lo escuchamos en ‘Que no salga la luna’ (Capítulo 2: Boda).
Los celos aparecen en ‘Pienso en tu mirá’ (Capítulo 3: Celos): “Me da miedo cuando sales sonriendo pa’ la calle, porque todos pueden ver los hoyuelitos que te salen”. La historia sigue narrando la discusión, el lamento y el aislamiento de la mujer, que aun así tiene un momento en el que se normaliza la situación y perdona a su marido. Finalmente gana la cordura y en ‘A ningún hombre’ (Capítulo 11: Poder) se consigue el empoderamiento femenino que anhelamos: “Hasta que fuiste carcelero yo era tuya compañero, hasta que fuiste carcelero”…
Actualmente son las dos cantantes con más fama de la música española gracias a su trabajo, su pasión, esfuerzo y calidad musical, para las que necesitaría mucho más espacio. Si conseguimos no dejarnos llevar por la moda, entenderemos el mensaje claro que están gritando: ¡No podemos callarnos! Ya es hora de cruzar la puerta y aprender a bien querer.