El ‘Instrumentum laboris’ (herramienta de trabajo) ha sido publicado por la Secretaría del Sínodo el 9 de julio, a trabajarse en la próxima asamblea sinodal de octubre, y con el título ‘Cómo ser una Iglesia sinodal misionera’.
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El texto consta de una introducción, un fundamento teórico y tres partes, a lo largo de 112 numerales. Veamos.
En la introducción aparece una frase que es necesario resaltar: “… hemos madurado una conciencia más profunda de nuestra relación como hermanos y hermanas en Cristo, con la responsabilidad común de ser una comunidad de salvados que proclama al mundo entero, con la palabra y la vida, la belleza del Reino de Dios”.
Los fundamentos teóricos (#s1-21) son: la Iglesia Pueblo de Dios, sacramento de unidad; el significado compartido de la sinodalidad; la unidad como armonía en las diferencias; hermanas y hermanos en Cristo: una reciprocidad renovada y llamados a la conversión y a la reforma.
La primera parte, ‘Relaciones’ (22-50), tiene como apartados: en Cristo y en el Espíritu: la iniciación cristiana; para el Pueblo de Dios: carismas y ministerios; con los ministros ordenados: al servicio de la armonía y entre las Iglesias y en el mundo: la concreción de la comunión.
En la segunda parte, ‘Itinerarios’ (51-79), aparecen: una formación integral y compartida; el discernimiento eclesial para la misión; la articulación de los procesos de toma de decisiones y transparencia, rendición de cuentas y evaluación.
Y en la tercera parte, ‘Lugares’ (80-108): territorios que recorrer juntos; Iglesias locales en la Iglesia católica, una y única; los vínculos que conforman la unidad de la Iglesia y el servicio a la unidad del Obispo de Roma.
La conclusión (109-112) tiene como título ‘La Iglesia sinodal en el mundo’ y rescato una frase que reivindica la idea de mundo asumida por el Vaticano II: “El mundo entero, cuando se contempla con una mirada educada por la Revelación cristiana, es signo sacramental de una presencia, que le trasciende y anima…”.
La referencia a las mujeres, en el #16, mantiene el tratamiento que les ha dado el Vaticano: tienen la misma dignidad que los varones, pero no pueden desempeñar los mismos ministerios. Somos iguales, pero no tanto. En fin. Hay que leer el documento.
Pro-vocación
Se publicó en un periódico de Zizers, Suiza: ‘Buscamos párroco’. Al más puro estilo de los avisos de ocasión, se anotan las prestaciones para convencer a posibles candidatos: ganará “muy bien”, celebrará solo cinco servicios religiosos a la semana y vivirá gratuitamente en la rectoría al lado de la Iglesia. La nota contó con la aprobación de la diócesis, que se reserva el derecho de admisión. No se pide que aparezca en los curricula de los postulantes ni títulos académicos, ni nivel de espiritualidad, ni grado de sensibilidad pastoral. Como que no son importantes esos datos.
