¿En qué nos hemos convertido? En una humanidad polarizada; por un lado, están los que defienden el derecho a portar y comercializar armas y por otro, aquellos que se oponen rotundamente a ellas. Si vamos a los orígenes de este objeto, las armas, fueron diseñadas para hacer daño, dicho sea de paso, ningún arma tiene la facultad para discernir a quién dispara o no; la responsabilidad es de quien las porta y de quien las acciona.
- PODCAST: Cardenales del fin del mundo
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Las armas fueron diseñadas para defenderse y matar. En manos de la persona equivocada, lo más probable es que termine en una tragedia como la que sucedió en la escuela de Texas en Uvalde, donde inocentes perdieron la vida sin razón alguna, a causa de un joven que al parecer estaba desequilibrado; había comprado armas de asalto con la facilidad de quien adquiere cualquier golosina.
En este triste caso, se escuchan las voces de quienes deciden defender el derecho a portar armas, venderlas y comercializarlas, con la justificación de que es un derecho estar armados para defenderse. Sin embargo, en todo esto, hay variables que al negocio de la compra-venta de armas no le conviene reconocer. Hay muchos intereses y dinero involucrado que no es sencillo encontrar una respuesta.
Mientras siga polarizándose la sociedad, seguiremos viendo con estupor noticias tan devastadoras y dolorosas como las matanzas en las escuelas. Mi sencilla opinión es que debemos levantar la voz para que la sociedad comprenda que es muy riesgoso vender armas sin un estricto control, no debemos pensar que se trata de un artículo el cual se puede adquirir, así como así en los supermercados.
La regulación de las armas
Si bien es cierto, la regulación de armas, tampoco resuelve el problema, pero al incrementar el control y disminución en la venta de ellas, seguro que habrá una disminución en actos de masacre y esto lo indican las estadísticas mundiales. Quienes somos padres de familia, vemos el riesgo latente y la vulnerabilidad de las escuelas ante estos hechos, ni mochila segura, ni profesores portando armas, ni arcos de seguridad podrán disminuir estos actos inhumanos.
¿En qué nos hemos convertido? En seres egoístas, movidos por el dinero, ignorando la vida humana y su valor. A pesar de que hay una gran cantidad de voces a favor de la regulación, muchas otras consideran que el uso de las armas es algo que está contemplado por la SEGUNDA ENMIENDA DE LA CONSTITUCIÓN DE ESTADOS UNIDOS y que no hay espacio para el debate.
El argumento es que un arma no es para matar a gente, sino para defenderte. Un 40% de los estadounidenses confirman que ellos o alguien en su hogar tienen un arma. Un promedio de 393 millones de armas, situando al país como el primero de todo el mundo en armas de fuego por persona. La Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) es la organización de derechos civiles más antigua de Estados Unidos, defiende el derecho a poseer armas.
Los expertos en esta materia comentan: “Contar con un arma en casa, en realidad aumenta los riesgos para los residentes”. El arma en casa se usa más a menudo contra la propia familia y no contra un extraño.