JUEVES
Calasancias. Gobierno general. Sesión sobre misión compartida con las nuevas religiosas. España. India. Guinea. Camerún. Miradas algo más que ilusionantes. Mariví da en el clavo de cómo explicar sin barreras idiomáticas y culturales el legado de un carisma vivo. “Antes pensábamos que esto era un pozo donde solo nosotras podíamos sacar el agua para compartir. Ahora hemos caído en la cuenta de que es un río del que podemos beber todos”. Bendito caudal que se ensancha.
SÁBADO
Por la mañana. Encuentro con la madre de Carlo Acutis. Librería San Pablo. Hablo con ella sobre la superación del duelo. Porque no deja de ser un chaval de 15 años que se va antes de lo esperado. “Cuando estábamos en el hospital, comprendí que era la voluntad de Dios que tenía que aceptar ese sufrimiento por un bien mayor”. No niega las lágrimas, pero tampoco se dejó atrapar por la ausencia. Porque para ella es presencia. El wifi de un influencer de Dios en los altares.
Por la tarde. Jornada antiabusos del ITVR. Conciencia y poder en primer plano, como antesala de lo sexual. Antonio Carrón alerta de las lagunas en la formación afectiva de quienes entran lo mismo en un seminario que en un convento. “Quizás estamos educando para un universo Disney cuando luego nos encontramos con un mundo más parecido a ‘The Walking Dead’”. Quitémosle el quizás. Y a medida que avanza la tarde, y las reflexiones en voz alta del agustino recoleto sobre la “vampirización” de algunos líderes eclesiales y la “infatilización” de los pupilos, se me vienen nombres y apellidos. Y no se me van.
DOMINGO
Maruja Torres en prime time. Libre. Totalmente. Hay quien podría pensar que se lo ha dado la edad. Se equivocan. Viene de serie. Se podrá compartir con ella la mínima parte o el todo. Pero siempre suelta algo que remueve. Al ‘yo’ comunicador: “Para ser periodista, hay que tener mala leche. Porque el periodismo ha de ser furtivo y fugitivo”. Al ‘yo’ de los miedos: “Al dolor hay que llevarlo con la correa corta, porque como tome las riendas, estás perdido”.
MARTES
Residencia de ancianos de los carmelitas en Ayala. Al frente, el padre Vicente. Como si nos conociéramos de siempre. El don de la acogida. Diálogo con los mayores. Sobre Francisco. La dimisión, a escena. Cito al Papa: “No se gobierna con la silla de ruedas, sino con la cabeza y el corazón”. El foro sabe bien de esa limitación que no incapacita. Engrandece.