En este tiempo donde la velocidad de todo disminuye, me he dado la oportunidad de leer, ver películas en familia y especialmente de realizar con detenimiento algunas acciones de las cuales quiero compartirte en este espacio. Comenzaré con la lectura de un libro que verdaderamente me impactó por la fuerza y determinación con que el autor nos presenta una historia ambientada en China en el siglo XVIII: ‘La señora Wang y las tres rosas de jade‘.
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En el texto -escrito por César García Muñoz- las tradiciones, usos y costumbres, así como el razonamiento y forma de pensar de aquellas familias quienes carecían de lo más elemental para vivir, requerían la fuerza masculina para la enorme carga de trabajo y así sacar adelante a su familia en tiempos muy, pero muy difíciles.
Ser varón era una bendición, aspecto entendible porque el trabajo y mano de obra fuerte era necesaria para la subsistencia de la familia, el pueblo y la sociedad. Las mujeres que daban a luz a una mujer, se les consideraba como un castigo divino y es que la falta de fuerza, comparada con el trabajo de los hombres era deficiente.
Una serie y una película
Así que muchas familias sacrificaban a la primogénita abandonándola a su suerte en un bosque, acción que no dejaba de ser vista como un acto de barbarie, pero que se justificaba y motivaba, el valor del ser humano únicamente por su sexo biológico, nada más triste que eso.
Cambiando el tema, recomiendo la serie ‘Las mamás de los pingüinos’ de manufactura polaca, donde se aborda el tema del amor materno en cualquier situación, madres que enfrentan los obstáculos como cualquier madre lo haría, por amor a sus hijos, exponiendo su propia vida y sueños, estoy seguro que el mensaje te llegará al corazón, no tendrás duda de que una madre hará lo que sea con tal de que sus hijos sean felices. La puedes encontrar en la plataforma Netflix y son pocos episodios.
En cuanto a películas está la titulada: ‘Zona de interés’, donde un comandante de Auschwitz junto con su esposa, intentan llevar una vida de ensueño en una casa junto al campo de concentración. Dos mundos paralelos: miseria y opulencia, contrastes que sinceramente duelen. Hay una escena que verdaderamente me conmovió y es cuando los estrategas militares comentan el funcionamiento y procedimiento de lo que sería el mayor método de exterminio masivo utilizado por los nazis: Las cámaras de gas.
El Año del Jubileo de la Esperanza
Una película donde la parte gráfica no tiene presencia, donde el sonido, frases y comentarios nos llevan a vivir una historia paralela entre dolor y alegría. Muy recomendable para sensibilizarnos acerca de una triste historia de la humanidad y la puedes encontrar en la plataforma Prime Video.
A todo esto, también me emocionó conocer el Año del Jubileo de la Esperanza, nada mejor para iniciar el Año Nuevo y contrarrestar el desaliento y la falta de amor, donde la violencia es una constante. Un año jubilar que nos invita a creer en los designios de Dios.
“El Señor está cerca para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza”. Salmos 34, 18.
Y como lo mencionó el papa Francisco: —Vivir la esperanza requiere “una mística de los ojos abiertos”—.
