Ramiro Jiménez Cruz, sacerdote de la Arquidiócesis de México
Sacerdote de la Arquidiócesis de México

¿Enfocar o replantear?


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El romántico uso de la fe que ha prevalecido por bastante tiempo en las comunidades cristianas nos ha llevado a tener siempre una mirada bastante sesgada de la vida. Hemos ido como Iglesia construyendo un imaginario religioso bastante idealizado, con liturgias fastuosas y edificaciones descomunales; a veces mas preocupados por la simetría y la tonalidad del adviento que por el “mensaje central”.



La fiesta de la Inmaculada Concepción evoca en mi historia personal la religiosidad y la alegría de un pueblo celebrando a su patrona; hoy veo y defiendo la importancia de esas fiestas populares, por lo que en el fondo eran y por lo que deben defender que puede nuevamente ser: la identidad de un pueblo, ese espacio festivo religioso da a una comunidad cohesión, identidad y perdurabilidad.

Casi siempre un templo y sus fiestas muestran el desarrollo y nos hacen echar una mirada al pasado de ese pueblo… sus fiestas prevalecen y su organización habla de cómo es posible llegar a acuerdos en pro de un bien común, un bien de todos.

cartel inmaculada

Foto: Agustín de la Torre

Hasta aquí nada que objetar, aunque el tema en antropología religiosa o teológica es más vasto; sin embargo, hace falta poner atención no en la organización comunitaria como tal, sino en la presencia de una real evangelización que dé un mensaje y haga una propuesta salvífica… todo calendario religioso popular está muy presente en la memoria colectiva aunque incluso no sean practicantes de alguna religión, porque las fiestas son cultura. Así entramos a las fiestas religiosas consecutivas de estos meses y la pregunta es la misma: ¿y dónde está la Iglesia y su mensaje?

Tiempo de hacer y decir

¡Qué gran oportunidad construir con la certeza de lo perdido; pero qué ingenuidad o necedad no querer hacer nada por el hecho de pensar que ya todo está hecho!

Es tiempo de hacer y decir; la BUENA NUEVA ha de lograr hacer voltear el rostro a quien la escucha y la ve como lo que es, una propuesta real y posible de vida; la búsqueda de sentido ha de ser la respuesta integral e integradora que el Evangelio da a cada persona y también la posibilidad de que ese mismo Evangelio dé a una sociedad que es muy creyente, el modo de entender que creer tiene consecuencias en la realidad.

¿Y si lo que llamamos procesos de evangelización realmente lo fueran, no habría otro tipo o mejores resultados? Toda acción pastoral ha de tener una inspiración y una retroalimentación, no perdamos la brújula, pues ya hay muchos pasos andados y muchas rutas caminadas, solo falta pasión y claridad por asumir el Reino y el Evangelio.

 

@padrenet
(Ilustración: @agustindelatorre)