Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Esperando a Dios


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El centro demoscópico Pew Research ha estudiado, a finales de 2023, a quienes en Estados Unidos se declaran ateos, agnósticos o sin religión: los denomina nones y son el 28% de la población. Los resultados muestran que la dimensión espiritual y la religiosidad se están convirtiendo en una frontera compleja y porosa en la que cabe mucho encuentro, innovación y diálogo.



Un indicador es que entre las personas sin afiliación religiosa hay un 9% de ateos que se han vuelto personas más espirituales, y lo mismo les ha ocurrido al 22% de agnósticos y al 35% de quienes declaran que no se identifican con ninguna religión. Es más, si observamos al conjunto de la población, un 41% de la gente afirma haberse hecho una persona más espiritual a lo largo de su vida y un 24% más religiosa. Solamente el 13% dice haberse hecho menos espiritual. En cambio, hay un 33% que reconoce que son personas menos religiosas. El problema de la gente que no cree no lo tiene con la trascendencia, sino con las organizaciones religiosas.

Persona de rodillas con flor. Rezar

Razones para no ser religioso

Las razones para no ser religioso no se deben a que no se crea en Dios (solo el 30% de ellos no cree en Dios), sino a desacuerdos concretos con enseñanzas religiosas (60%) y al disgusto con las organizaciones religiosas (47%). El 30% se justifica por malas experiencias con personas o grupos religiosos. El 43% sostiene que las religiones dañan a la sociedad. Sin embargo, el 69% de los nones dice creer que existe una divinidad, el 67% que existe el alma, el 36% en el cielo y el 49% se define como una persona espiritual. El 56% de los nones dice que hay realidades que la ciencia no puede explicar. Hay una creciente franja de espiritualidad que espera a Dios.

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