VIERNES
Cuartos de final de la Eurocopa. Descaro de una selección joven, que no se amedrenta, que se lanza. Descaro, no en el sentido de desfachatez, sino por su atrevimiento, incluso por una sana desvergüenza. Suenan a Iglesia en salida. Avanzan. Marcan. Y ganan. En equipo.
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SÁBADO
Viganò, excomulgado. ¿Qué harán a partir de ahora todos los que le citaban, encumbraban y promocionaban? ¿Le seguirán citando encumbrando y promocionando? ‘¿Cum Petro et sub Petro?’ ‘¿Cum Viganò et sub Viganò?’
DOMINGO
Últimamente, oigo y leo que se ha puesto de moda utilizar el término ‘disruptivo’. Hay quien lo utiliza como sinónimo de provocador. Otros como alternativa a profético. Hay quien directamente lo ve como algo problemático. Espero que no se comience a utilizar como eufemismo de cismático. Porque ya tenemos demasiados.
LUNES
A veces nos creemos nuestras propias mentiras. Bien sea por intereses económicos, ideológicos o afectivos. Nos engañamos. El problema llega cuando buscamos embaucar a otros en nuestros propios embustes. Y acabamos beatificando a quien ya se ha dicho que no tiene recorrido.
MARTES
Los obispos llegan a la Plenaria con el trabajo hecho. No porque vayan de convidados a una reunión extraordinaria en la que se trata un tema más que espinoso. Se han leído de arriba abajo el documento. Con puntos y comas. Porque las apreciaciones que lanzan unos y otros cuando piden la palabra no son para enmendar la plana, soltar generalidades o enredarse en debates estériles. Puntualizaciones precisas para que no haya contradicción alguna. Ni errores ortográficos.
MIÉRCOLES
Tenía programada su sucesión. Estaba hasta apalabrada. Pero todos los planes se han venido al traste. Los hilos que antes movía en Roma con soltura se han ido cortando de una manera más fugaz de la esperada. Las presiones en las ventanillas más próximas no sirven de mucho, porque tampoco tienen el predicamento de hace unos meses. Ahora teme que su legado no sea custodiado por el que consideraba su heredero predilecto. Tiene pinta de que no le va a corresponder ni la legítima.
