JUEVES 25. Premios de periodismo Herrera Oria del CEU. Los misioneros españoles y los cristianos perseguidos, protagonistas. Aunque el reconocimiento es para el programa Misioneros por el mundo y para el corresponsal Francisco Carrión, ellos solo son los emisarios. De aquellos que sufren. Y de aquellos que nunca fallan a los que sufren.
De un salto, prácticamente, llego a las jornadas de Vida Consagrada del ITVR. El silencio se vuelve mayúsculo cuando el provincial de los claretianos, Pedro Belderrain, da un paso al frente. Para pedir perdón. “Si en cualquier momento de este camino alguno de nosotros hubiera cruzado la línea de la barbaridad, el abuso, el desprecio o la falta de respeto a los santuarios sagrados que son el cuerpo, la intimidad y la conciencia de cada persona”. El auditorio acoge. Y no se queda ahí. Un mea culpa ante un foro mayoritariamente femenino, por aquellas veces en las que “hemos dejado que mujeres consagradas hayan vivido y defendido, casi sin compañía masculina, lo que deberíamos vivir y defender todos”. Le honra. Y mucho.
Por la tarde, entrega de Premios SM. El Barco de Vapor y Gran Angular. Preside la Reina. Más cercana que nunca en los corrillos. Y, una vez más, demostrando que se conoce de la primera a la última página los galardones que entrega.
VIERNES 26. AVE a Barcelona. Las crisis comunicativas en la Iglesia, sobre la mesa. Taller organizado por el Observatorio Blanquerna de Comunicación, Religión y Cultura. Propuestas para no quedarse anclado en el suceso. Y una petición de los medios generalistas: portavoces creíbles, que sepan manejarse. Y la urgencia de no considerar al periodista como el enemigo. Por pedir, que no quede.
SÁBADO 27. Zamora. Festival Nacional de la Canción Misionera. Vigilia de la luz. “¿Te has fijado que cuando das una buena noticia a alguien, de alguna manera se le ilumina la cara? Jesús pone en nuestras manos la posibilidad de iluminar la vida de otros”. Para salir de la penumbra. JJ convence y vence.
