Rafael Salomón
Comunicador católico

“Integrar a quienes desean regresar a nuestra Iglesia”


Compartir

—No se ha bautizado y quiere hacer su primera comunión. Una persona me dijo que ya se había pasado el tiempo para hacerlo—. Así comenzó una conversación familiar, realmente me preocupó mucho la forma en que se percibe a la Iglesia católica. En el diálogo anterior encontramos miedo, desconocimiento y especialmente una postura derrotista.



Entiendo que una gran cantidad de personas por diferentes situaciones y decisiones, han dejado voluntariamente la práctica tan necesaria de los sacramentos y de participar en las actividades de la parroquia. Se alejan y cuando se dan cuenta ya ha pasado mucho tiempo.

Es importante reconocer que esta situación es más común de lo que pensamos, muchas personas vienen y van en la Iglesia católica y esto genera complicaciones, especialmente a lo relacionado con los sacramentos, viáticos que nos permiten acercarnos al amor de Dios.

Bautismo

Bautismo

Cada situación es única y las soluciones dependerán de los criterios del sacerdote responsable; sin embargo, lo más importante es resolver e integrar a quienes desean regresar a nuestra Iglesia. Ya lo comenta de manera incesante el papa Francisco, ser una ‘Iglesia de puertas abiertas’ y no sólo en las periferias, sino en la cercanía, con los feligreses que buscan encontrarse otra vez con el amor de Dios, tal vez después de un tiempo de alejamiento.

Integrarse o regresar a la Iglesia católica

Es una realidad, las personas y familias se alejan por diferentes razones de la Iglesia, debilitando su fe y dejando en segundo lugar el cuidado de su alma. No estamos para juzgar a nadie, pero lo que más deseo es que la persona que está buscando el sacramento del Bautismo y la Primera Comunión, encuentre a ese pastor con ganas de rectificar el camino extraviado de la oveja perdida.

Que realmente como guía ayude a inspirar una vez más y sea el instrumento para encontrar el amor de Dios, que ayude al reencuentro con el Padre Celestial y que no se quede esta historia en un simple trámite burocrático donde la respuesta sea una negativa, porque “ya se pasó el tiempo”. Yo veo una gran oportunidad, se trata de alguien que desea integrarse y cumplir, aunque sea de manera extemporánea los requisitos que nos dan identidad.

Buscar el sí, en lugar de encontrar las negativas y las complicaciones que indudablemente hay en este tipo de realidades. Encontramos en el numeral 1116 del Catecismo de la Iglesia Católica: Los sacramentos, como “fuerzas que brotan” del Cuerpo de Cristo (cf Lc 5,17; 6,19; 8,46) siempre vivo y vivificante, y como acciones del Espíritu Santo que actúa en su Cuerpo que es la Iglesia, son “las obras maestras de Dios” en la nueva y eterna Alianza.

Negarlos a quienes los buscan sería un grave error, pienso en las personas adultas que dejan otras denominaciones como mormones, Testigos de Jehová, la ‘Luz del mundo’ y que desean integrarse o regresar a la Iglesia católica, seguramente serán bienvenidos y tendrán que realizar su proceso para iniciar su camino, para volver a ser parte de la Iglesia, comprendidos y acompañados o tal vez, simplemente se les dirá: —Ya es muy tarde para hacerlo—.