Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

La belleza en la buena muerte: los destellos


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La cineasta zaragozana Pilar Palomero (1980) se duele de que “no podemos hablar de la muerte claramente, a mucha gente le incomoda, somos muy antinaturales” (Piña, 2024). Hablar de la vida a través de la buena muerte es lo que hace en su película ‘Los destellos’, basada en un relato de la escritora vasca Eider Rodríguez titulado ‘Un corazón demasiado grande’.



La actriz vasca Patricia L. Arnaiz interpreta a Isabel ―muy merecidamente galardonada con la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián―, la cual atiende a su exmarido Ramón, que se halla en la fase terminal de una larga enfermedad, con el que no ha tenido contacto durante quince años y prácticamente es un espectro del pasado. De hecho, Ramón hace aparición en la película muy lenta y tardíamente, sabiendo de él gran parte solo por su voz en frases cortas o una imagen oscura y lejana. Isabel no quiere cuidar de Ramón, pero el amor de su hija Madalen por su padre Ramón, la compromete de nuevo con él, con el apoyo de su nuevo marido, un profesor de música llamado Ignacio.

La película cuenta todos los hechos desde la perspectiva de Isabel y lo que principalmente contemplamos es su experiencia de esta segunda separación de Ramón, en la muerte. Isabel y Ramón ya no son pareja, pero siguen siendo familia y como tal se cuidan hasta el final de la vida e incluso más allá por la memoria y un vínculo cuya comunión es inquebrantable. La crítica de cine Laura Pérez cree que tal “viaje resulta luminoso y redentor” Y es cierto: ‘Los destellos’ es una historia de salvación en la que la comunidad de amor y cuidado que se forma alrededor de Ramón cura todas las heridas del pasado que causaron su separación y las heridas que deja la enfermedad y la muerte.

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Es una película sobre lo esencial y es capaz de hacernos discernir en lo ordinario y lo opaco. Muchas escenas suceden en la tiniebla de la casa de persianas bajadas, en escenas de espera en una silla junto a la cama, en una casa en la que la oscuridad acompaña una vida que se va apagando paulatinamente. La película sujeta las bridas de la emocionalidad y la gran contención hace posible profundizar en los cuidados, la relación y los acontecimientos.

El gozne central de la película es la visita a Ramón del equipo médico de cuidados paliativos ―interpretados por profesionales que realmente hacen esa función―. Pablo, el médico que lidera el equipo, pone palabras al núcleo intencional de ‘Los destellos’: se ha excluido la muerte de la civilización y la vida de las personas, y eso nos hace estar menos vivos. La muerte forma parte inexorable de la vida y hace que cada momento que vivimos esté desbordado de crucialidad y belleza.

Palomero quiso reflejar en la película su propia experiencia cuando perdió a su padre: “cuando vi cara a cara a la muerte, me sentí más viva que nunca. La muerte te posiciona en la vida de otra manera, coloca las cosas en su sitio… El reto para mí es sobre todo hablar de la vida a través de la muerte, porque esto es lo que yo viví… La muerte no es bella, pero en ese proceso de duelo tiene sentido intentar encontrar algo de belleza” (Piña, 2024). El crítico Luis Martínez destaca el modo nuevo que tiene la película de describir con precisión “la belleza en la herida abierta de la vida”.

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La directora recuerda que tras el funeral de su padre se sentó en una terraza a tomar un café y “de repente ser muy consciente de todo, sentir mucho el calor del sol, sentir mucho el sabor… Son sensaciones y emociones que son muy difíciles de expresar” (Piña, 2024). Palomero quería hablar en esta película de, según sus propias palabras, “lo importante en momentos de tanta vulnerabilidad de dejarse acompañar, saber acompañar, dejarse cuidar, cuidar… Siento la película como la historia de gente que cuida de otra gente y esto me interesaba mucho” (Piña, 2024).

Pequeños detalles

La directora también de ‘Las niñas’ (2020) y ‘La maternal’ (2022) rodó ‘Los destellos’ en el pueblo familiar, la localidad tarraconense de Horta de Sant Joan, donde recuerda cómo su padre coleccionaba fósiles que encontraba por los alrededores, como se ve reflejado en la película. Detalles como esos van convirtiéndose en un itinerario de piedrecillas o migas de pan que señalizan el peregrinaje por la vida. A eso se refiere el título de la película. La vida son destellos de experiencias, recuerdos, signos que forman nuestro mundo de vida. Esos destellos que el tiempo acaba haciendo sencillos, “por muy pequeñas y muy insignificantes que parezcan, al final son las cosas con las que nos quedamos”, dice Pilar Palomero (Piña, 2024).


Referencias

  • Pilar Palomero (2024). Los destellos. 101 m. España: Mod Prods., Inicia Films & Misent Prods.
  • Laura Pérez (2024). Crítica de ‘Los destellos’, el redentor y luminoso viaje a la muerte de Pilar Palomero tras el éxito de ‘Las niñas’ y ‘La maternal’. Fotogramas, 22 de septiembre de 2024.
  • Begoña Piña (2024). Pilar Palomero revela en ‘Los destellos’ lo que nos queda en la vida tras la muerte. Público, 3 de octubre de 2024.
  • Luis Martínez (2024). Los destellos: Pilar Palomero convierte la muerte en un instante de belleza desnuda. El Mundo, 3 de octubre de 2024.

Las imágenes pertenecen a la película ‘Los Destellos’ (Palomero, 2024), facilitadas para prensa por la distribuidora Caramel Films.