Compartir mensajes de esperanza en estos tiempos de malas noticias de pandemia y de aislamiento es tan necesario; la información negativa ha llenado los medios, la desesperanza es constante y en el ambiente se nota gran desesperación por muchos factores.
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Una gran cantidad de la población ha sido seriamente impactada por los acontecimientos que debido a la pandemía hemos vivido y se ha instalado la tristeza y desilusión.
Hoy más que nunca, debemos poner nuestra mirada en Dios, sí, entre los millones de contagios, en la realidad descarnada y las pérdidas de algunos de los nuestros, no debemos perder el brillo de la esperanza.
El mensaje esperanzador
Ese que nos da la buena nueva, la novedad entre las malas noticias que surgen diariamente. La pandemia continúa haciendo estragos mortales, la economía mundial se ha desestabilizado y la falta de empleo sigue siendo una constante en muchos lugares del mundo, debemos compartir esperanza en todo momento y la buena noticia que significa la palabra: Evangelio, debe invitarnos a ser vivida, es tiempo de creer ¡Ahora es cuando!
En estos momentos donde hay pocas cosas que nos inspiran y que nos llenan de angustia e incertidumbre, pero no debemos perder el mensaje esperanzador de Jesús en tiempos difíciles.
Buena Nueva, la expresión se ha hecho clásica para referirse al anuncio de salvación que Cristo ofrece con su vida y con su palabra a los hombres de buena voluntad. En una encuesta que realizó la revista “U.S. Catholic” entre un grupo de católicos estadounidenses, el 95% reconoció que predicar las buenas nuevas era una obligación cristiana.
Dificultades y complicaciones
Pero casi todos afirmaron que la mejor manera de hacerlo no es hablando a la gente, sino sencillamente dando un buen ejemplo. Uno de los entrevistados señaló: “Predicar el evangelio es algo más que hablar y hablar; hay que vivirlo”.
La revista explicó que muchos no dan testimonio de su fe debido a “la mala imagen que la Iglesia se ha hecho últimamente con sus escándalos sexuales y con sus polémicas doctrinas”.
De manera que a veces la buena nueva no se comparte, porque hay dificultades y complicaciones en el tema de creer en ellas, lo que pensamos y juzgamos son barreras que nos impiden dar esperanza a los hermanos. Si las aves del campo son importantes para Dios, cuánto más lo seremos nosotros sus hijos.
Nuestra fuerza, roca y corazón
Hace algunos años compuse un canto que dice: “Mi Dios es grande, mi Dios es fuerte, yo lo amo y Él me ama a mí”. Sin duda es una oración que en tiempos de dificultad nos recuerda que nuestro Dios nunca nos abandona, que siempre está en nuestras vidas y que debemos confiar a pesar de las dificultades. Confíar con sencillez en Dios, que sea nuestra fuerza, roca y corazón.
“Salvanos, Señor, que ya no queda gente de bien, se ha perdido la lealtad entre los hombres. Se engañan unos a otros… Tú, Señor, nos protegerás y nos librarás”. Salmo 12 (11)
Al terminar de escribir esta columna, sucede un accidente en el metro de la Ciudad de México donde más de 20 personas han perdido la vida, entre los pasajeros hay menores de edad, muchos más lesionados, una verdadera tragedia. Se declara luto nacional. Elevemos nuestras oraciones por los hermanos fallecidos que se transportaban ahí. Hoy quería reflexionar acerca de las buenas noticias y sucede esto en mi país.