(José Lorenzo– Redactor Jefe)
“’Vamos a por todo’, confiesa uno que sabe lo que dice. Los nuevos fichajes, sobre todo los del Área de Deportes, con un gran arrastre en publicidad, han cambiado los semblantes en el edificio de la calle Alfonso XI”
Al parecer, los éxitos de ‘la Roja’ no sólo se traducirán en un ligero repunte del PIB y de la confianza en la imagen de España. Su espíritu triunfal ha sido detectado también por los pasillos de la Cope. Los datos de la última oleada del EGM les dan alas y ya no se conforman con ser segundos de nadie. “Vamos a por todo”, confiesa uno que sabe lo que dice. Los nuevos fichajes, sobre todo los del Área de Deportes, con un gran arrastre en publicidad, han cambiado los semblantes en el edificio de la calle Alfonso XI. Se ven con nuevos bríos. Tanto que incluso han decidido recuperar el mando en Popular TV tras el ridículo monumental de entregarla a un proyecto visionario. Lo que no significa que no intenten “colocarla” a otro operador de mayor fuste, para lo que ya ha habido contactos. Pero ni siquiera esto parece apremiarles ahora, a pesar de las pérdidas acumuladas. Insisten en que han sido muy ahorradores en la época de vacas gordas y eso les permite ahora amagar con no deshacerse de ella y apostar por lo que siempre han querido (dicen), esto es, un proyecto de televisión generalista, con una clara inspiración del humanismo cristiano, pero, en principio, desterrando cualquier tipo de encuentros sobrenaturales en prime time…
Pero aun creyendo en los efectos de la sobreestimulación por los éxitos de la Selección Nacional de Fútbol en esta nueva etapa (ignoro si dará respuesta a la pregunta que formulaba Joaquín Luis Ortega en el anterior número de esta revista), no es ajeno a este cierto optimismo fundamentado la salida por la puerta de atrás del anterior presidente de la cadena, Alfonso Coronel de Palma, cabeza visible de una forma de ver y entender un proyecto que tenía otros nombres importantes detrás. Otro laico, Fernando Giménez Barriocanal, ha abierto ahora un poco más el campo de juego, dejándose asesorar con criterios desde el ámbito de la comunicación social y no sólo desde la teología.
En el nº 2.718 de Vida Nueva.