Pese a la narrativa oficialista, que sostiene la visión de un México en donde todos somos felices, muy felices, desde hace algunos años la violencia se ha venido incrementando de manera notable, generando una gran desesperación en comunidades, sobre todo rurales. Son muchas las poblaciones en las que gobierna el narcotráfico, y no las autoridades civiles.
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La gota que derramó el vaso fue el asesinato de dos padres jesuitas, en junio del 2022, que generó por su impacto mediático un clamor por la paz. Se encauzó este anhelo con más de 1,000 diferentes foros y conversatorios a lo largo de todo el país, con un diálogo en el que participaron más de 1,600 instituciones, recogiendo los aportes de 20,000 mil personas, e identificando 300 buenas prácticas que llaman a la colaboración y al trabajo conjunto.
Es por ello que se invitó a las dos candidatas y al candidato a la presidencia de la república, para que firmaran el ‘Compromiso por la Paz. Estrategias de Política Pública para la Paz’, a cargo de los obispos mexicanos, los jesuitas, las congregaciones religiosas y los laicos organizados en la iglesia mexicana.
Destaco de la introducción la tesis fundamental del documento: la paz es posible si se construye desde lo local, con la participación y el compromiso de cada persona y con una mirada de Estado y no de partidos, de diálogo y no de polarización, de horizonte y no de inmediatez.
Compromiso por la paz.
El texto propone siete grandes temas: tejido social, seguridad, justicia, cárceles, adolescentes, gobernanza y derechos humanos.
La nota destacada por la prensa fue la negativa de la candidata que aventaja las encuestas para firmar tal cual el escrito, añadiendo algunas observaciones -calificó el diagnóstico de “pesimista”-, y no faltaron comentarios en los que se percibe una toma de postura en favor de la oposición.
Más allá de lo coyuntural, el esfuerzo realizado en estos años no puede concluir sólo en un manuscrito, plagado de buenas intenciones. Los autores son conscientes de ello, y darán seguimiento a sus propuestas. Por lo pronto, quienes aspiran a la presidencia del país han sido invitadas e invitado a la próxima asamblea de los obispos mexicanos, en abril. Veremos si van, y cómo les va.
Pro-vocación
El pasado miércoles 13 de marzo se cumplieron los 11 años de Jorge Bergoglio como Francisco de Roma. Bien lo ha descrito el buen amigo Juan José Tamayo: ha sido un período de revolución social, económica y política en nuestra Iglesia Católica, pero que también presenta límites en su intento de reforma. Obvio que ya no son muchos los años que le quedan para realizar esa transformación, pero lo seguirá intentando. Estemos seguros de ello.
