José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

La Iglesia en la crónica de sucesos


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JUEVES

Foro de catequesis inclusiva de PPC en O_LUMEN. Reivindicación compartida:  “Todos tenemos derecho a conocer a Jesús y, por ser personas con discapacidad, no pueden quedarse de lado ni abordarlo desde una actitud paternalista”.  Y canto repartido. El que entona Mariano con su ukelele: “Siento que Tú eres Dios, que tus ojos me miran con tanto amor”.



DOMINGO

Escucho el evangelio desde mi banco. “Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: ‘Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios’”. De inmediato, me acuerdo de ese buen hombre que está barriendo de arriba abajo el Vaticano y sus periferias, al que se cuestiona por echar, ora Zotal, ora Estrella. Limpieza sin huella.

LUNES

Me cuentan que los familiares de las monjas mayores de Belorado, las que no han salido en foto alguna, están preocupados. Algunos han podido verlas. Nada que objetar sobre las atenciones médicas que necesitan. Pero sí porque sus hermanas pudieran haber dado por hecho que se suman al cisma.

MARTES

Zapeando. En un margen de una hora, en un programa de televisión, cuatro noticias eclesiales. Con intervenciones varias. Esto es, unos cuantos minutos en la parrilla. Las monjas cismáticas de Belorado se niegan a entregar unas llaves del convento al comisario pontificio. Un joven de Cádiz hace la primera comunión a los 28 años vestido de marinerito. La Fiscalía pide 48 años de cárcel a un excura, acusado de estafar a ancianas y robar obras de arte de parroquias. La tonadillera Isabel Pantoja, frustrada por no conseguir una audiencia privada con el Papa. Algunos dirán que los medios solo se interesan de lo histriónico. Otros, que la Iglesia acapara la crónica de sucesos por méritos propios. Apuesten por una.

MIÉRCOLES

Presentación de la Memoria de Actividades de OMP. Serafín Suárez. Sacerdote del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Tres décadas en Zimbabue. Y un máster vocacional por la universidad ad gentes no reconocido. “El misionero tiene que salir con dos manos abiertas. En una mano tienes que llevar el pan de la Palabra de Jesús. En la otra, tienes que entregar el pan nuestro de cada día, para alimentar al pobre, porque estamos llamados a transformar el mundo desde el Evangelio”.