La Inteligencia Artificial también tiene ética


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– Cada día nos exponemos más a herramientas tecnológicas que invaden nuestra intimidad y controlan más nuestro comportamiento. ¿Hasta dónde puede llegar el límite y el control de la Inteligencia Artificial (IA)?

– La Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial actual que tenemos en España tiene como objetivo proporcionar un marco de referencia para el desarrollo de una IA inclusiva, sostenible y centrada en la ciudadanía.



La Inteligencia Artificial (IA) se refiere a cualquier conducta humana que desarrolle una máquina o sistema. Es la combinación de algoritmos con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano.

La IA es hoy una realidad presente en nuestras vidas a través de aplicaciones móviles, entidades bancarias, redes sociales, sistemas de reconocimiento facial de aeropuertos, etc.

Si bien es importante reconocer el enorme potencial de la IA, por ejemplo, en el diseño de nuevos medicamentos o para una mayor precisión del diagnóstico médico, es vital que cada país elabore normativas para regular su uso y establecer medidas de control y anticipación a las posibles problemáticas que puedan surgir.

Inteligencia artificial

La potencial problemática se ha materializado en la Asociación sobre Inteligencia Artificial, creada por Elon Musk y Sam Altman, desde la que se invita a los principales líderes tecnológicos del mundo a identificar dilemas éticos y prejuicios para establecer unas “reglas de juego”, un marco moral para no caer en la falta de transparencia o el mal uso de los datos. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) plantea dos necesidades principales:

  • Políticas internacionales y nacionales, así como marcos regulatorios para garantizar que estas tecnologías emergentes beneficien a toda la humanidad.
  • Una IA centrada en el ser humano. La IA debe estar al servicio de los intereses de los ciudadanos, y no al revés.

Junto con esto, en noviembre de 2021, los 193 Estados miembros de la Conferencia General de la UNESCO adoptaron la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, el primer instrumento normativo mundial cuyo objetivo es hacer realidad las ventajas que la IA aporta a la sociedad y reducir los riesgos que conlleva, así como alentar a los Estados que adopten medidas legislativas de acuerdo con la práctica constitucional y las estructuras de gobierno de cada uno.

Regulación positiva

Esta recomendación aborda cuestiones relativas a la transparencia, la rendición de cuentas y la privacidad, la protección de datos, la protección del medio ambiente, con capítulos políticos orientados a la acción sobre la gobernanza de los datos, la educación, la cultura, el trabajo, la atención sanitaria y la economía.

En España, la Ley 15/2022, de 12 de julio (LA LEY 15917/2022), integral para la igualdad de trato y la no discriminación (BOE de 13 de julio), contiene la primera regulación positiva del uso de la IA por administraciones públicas y empresas: “Las administraciones públicas favorecerán la puesta en marcha de mecanismos para que los algoritmos involucrados en la toma de decisiones que se utilicen en las administraciones públicas tengan en cuenta criterios de minimización de sesgos, transparencia y rendición de cuentas, siempre que sea factible técnicamente”.

Desde octubre, España es el campo de pruebas del primer Reglamento Europeo de IA que se negocia en las instituciones comunitarias.

La cifra

La consultora estadounidense Gartner estima que el mercado de la IA podría llegar a representar 127.000 millones de dólares en 2025.

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