El trabajo del escultor David Mach para ilustrar relatos bíblicos con motivo del 400º aniversario de la King James Bible, le condujo a crear collages que dieran cuenta del significado de las plagas egipcias hoy en día. En su obra ‘Plague of Frogs’ (2011) relacionó dicha segunda plaga con la plaga del terrorismo en nuestro tiempo. Otro de los cuadros de la colección ‘Precious Light’ titulado Plaga de Langostas, representa la octava plaga bajo la que Ramsés también negó la liberación de los esclavos hebreos liderados por Moisés. Mach lleva esta plaga a la Isla de la Libertad frente a la Ciudad de Nueva York. Bajo la mirada de la emblemática estatua de La Libertad iluminando al mundo (Bartholdi, 1886), Mach hace irrumpir una dañina nube de langostas naranjas que inunda a centenares de turistas que se encontraban en el parque que rodea la isla.
Entre los turistas hay gente de todas las razas. Algunos estaban sentados en grupo comiendo. Huyen o se defienden con las manos de los hirientes impactos de las langostas contra ellos. Inquietantemente, un joven rubio en la esquina inferior derecha (del espectador) cierra los ojos en éxtasis. Centenares de niños tenían globos que tuvieron que soltar para poder protegerse y aquéllos vuelan suspendidos entre los miles de langostas. El trabajo de pegado de imágenes tuvo que ser laborioso y dar trabajo a la treintena de colaboradores que ayudan a Mach y su esposa en el taller. La sensación de invasión es muy verídica por la maestría de la perspectiva que logra y la profundidad y minuciosidad de la fabricación con langostas y personas de todos los tamaños.
Los globos son de todos los colores y destacan aquellos que tienen forma de personajes como un tiburón, un delfín, Blas (muppet de Jim Henson conocido como Bert en inglés y Beto en Latinoamérica), Batman o Dora Exploradora. La mezcla de globos y langostas intensifica la experiencia de riesgo al introducir a niños en la escena. Las langostas golpean en su vuelo contra los globos multiplicando el ensordecedor ruido que ya creaban con su vuelo vibrante. La impresión de violencia es mayor cuando afecta a niños o a objetos asociados a ellos y dicho efecto es masivo en este cuadro. No deja de crear una sensación también de banalidad al mezclar un elemento tan pueril y liviano con una amenaza tan desagradable y destructora como las langostas.
La plaga ¿autodestrucción de EEUU?
Queda una pregunta que hacer porque las plagas de langostas son inauditas en la costa Este de Estados Unidos. ¿De dónde viene y a dónde va? La nube de langostas no puede ir a ningún otro sitio al Este que no sea la propia Isla de la Libertad. Su destino como plaga parece ser destruir la Isla de la Libertad o destruir el símbolo de la libertad y de todo Estados Unidos como país. La plaga, paradójicamente, procede de la propia ciudad de Nueva York. Estas composiciones de Mach no son puramente estéticas sino que contienen explícitos mensajes sociales y políticos, así que un significado tiene. ¿Puede estar queriendo decir el artista que la propia situación o acción de Estados Unidos amenaza con destruir la libertad o el espíritu del país? Podría ser una hipótesis.
Otra hipótesis señala a los atentados del 11 de Septiembre contra las Torres Gemelas. La ciudad de Nueva York que distinguimos al fondo tras la nube de langostas ha perdido sus torres. En la plaga nos encontramos de nuevo un elemento alado y se dirige contra otro de los símbolos de la ciudad y el país. Puede que Mach esté recordándonos de forma simbólica de nuevo al terrorismo como una de las mayores plagas del siglo XXI. Si es así, los ataques quedan exponencialmente multiplicados por una plaga de individuos dañinos y eso genera angustia en el espectador. Sea cual sea la interpretación –y cabe que, como en el collage, se superpongan ambas y otras-, Mach trae al siglo XXI la legendaria plaga egipcia, al imperio americano y nos fuerza a pensar la gran narración bíblica encarnándola en los hechos del hoy.
Referencia
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Mach, David (2011) Plague of Locusts . Collage. Collection Precious Light. www.davidmach.com