La colección de collages que incluye David Mach en su celebración Precious Light de 2011, incluye dos ilustraciones del relato de Babel, junto con obras como Adán y Eva o El Arca de Noé. Sendas composiciones son dos variaciones de la misma idea y se complementan, por lo que deben ser comprendidas como una única composición.
El collage de la Torre de Babel pone el acento sobre todo en la yuxtaposición de viviendas más que en las personas que aparecen masivamente en otras de sus obras. El contexto no se corresponde con ningún paisaje conocido y aunque cualquier representación de Babel nos trae a la memoria la obra de Brueghel, Mach hace una creación original.
En la colección ‘Precious Light’ se presenta el relato de Babel en un escenario formado por cinco elevaciones. Una es lejana: una montaña pelada sobre la que un Sol ascendente recorta una ciudad de rascacielos. En el skyline destacan cinco rascacielos como si de una mano se tratase, levantada al cielo. La parte baja de la falda de la montaña está cubierta por construcciones de una ciudad que se extiende hasta llegar al primer plano, donde se encuentra el espectador.
Es una ciudad construida en el desierto y podemos contemplar cuatro elevaciones: las dos centrales son muy verticales y estrechas. Las dos laterales enmarcan los laterales del cuadro y sólo podemos ver un tipo de urbanización muy inclinada, edificada en un precipicio. Las dos elevaciones centrales sí se pueden ver íntegramente. Son exageradamente verticales. Una figura un zigurat mientras que la segunda es tan estrecha que parece una columna. Ambas están unidas por un puente. Parecen construidas sobre dos altas formaciones rocosas en donde apenas ha quedado espacio sin ser edificado. Todo el conjunto muestra una urbanización abigarrada y salvaje sin el más mínimo ordenamiento. Es una acumulación caótica de edificios, viviendas e industrias que forman un hábitat inhumano.
“Es una ciudad de extremas desigualdades”
Las cuatro elevaciones emergen de un descampado central, que no constituye una plaza sino un solar abandonado. En Babel Tower #2 ese espacio es un desierto con dunas. En primer plano hay un buque varado entre la arena, habitado por algunas personas y, casi bajo su proa, un automóvil vandalizado. Bajo su parachoques, hay una pala y una torre de arena que ha hecho y abandonado un niño.
Algo más allá, pegando con el límite derecho (desde el espectador) del cuadro, hay otro automóvil pero volcado y rodeado de residuos. En Babel Tower #1 encontramos que ese espacio desértico central es una escombrera donde hay basura y residuos abandonados. Algunas personas buscan entre ellos. En ambas composiciones hay algunas personas trabajando en el descampado salvaje. Dos personas tratan con ímprobo esfuerzo de que se mueva un asno que está cargado de materiales y detenido. Otra persona guía un carro tirado por un famélico jamelgo que transporta bidones de agua.
En Babel Tower #2 se puede encontrar a personas africanas que pastorean cebús. Un niño negro sin camiseta juega con un neumático y más abajo otros niños juegan al fútbol en la calle. Esa explanada conecta con una calle asfaltada por la que anda un gentío entre viviendas de dos plantas y buena calidad. En el arenal diversos perros callejeros están dispersos. Al lado de un tercer coche volcado y abandonado, ha habido un accidente o se ha producido un crimen pues tratan de levantar a dos personas tendidas inertes en el suelo. Es decir, que podemos concluir que las cuatro grandes elevaciones están en una ciudad de extremas desigualdades y casi constituyen lugares segregados donde protegerse de la miseria de las calles desérticas.
Torres erigidas para segregar
Las dos elevaciones o torres centrales son las que concentran la mirada del espectador inicialmente. Es difícil no pensar en las Torres Gemelas neoyorquinas. Efectivamente, la ilustración de la torre bíblica de Babel es doble. No son dos rascacielos sino dos formaciones rocosas muy apuntadas cubiertas de múltiples edificaciones sin ningún planeamiento. Algunas de esas construcciones se corresponden con edificios reales como unos bloques modernos de apartamentos que habían inaugurado a comienzos de siglo en los alrededores del Tate Modern Museum de Londres (Cole, 2011).
Efectivamente, las dos torres casi gemelas están pobladas por edificaciones de muy distintas épocas y funciones. A la parte más alta se accede mediante una carretera en caracol que va rodeando las elevaciones y que crea la sensación de zigurat en la torre a la izquierda del espectador. Hay mucha gente en las calles de la torre. En la torre de la izquierda (del espectador) hay prácticamente cinco niveles.
En el collage Babel Tower #1 tiene un primer nivel de casas clásicamente inglesas de dos plantas. El segundo nivel son edificios más altos de viviendas de aspecto más mediterráneo: casi superpuestos unos a otros y hasta cinco plantas. En el tercer nivel hay grandes edificaciones muy modernas con fachadas vanguardistas. En el cuarto nivel hay chalets y viviendas unifamiliares tanto tradicionales a dos aguas como vanguardistas. El quinto nivel lo constituiría una punta en la cima en la que parece distinguirse un campanario y una fortaleza con forma de cubo.
En cambio este último nivel de la misma formación rocosa tiene importantes diferencias tal como fue concebida en la composición Babel Tower #2. Sobre el cuarto nivel de viviendas unifamiliares, en la segunda versión de Mach destaca un quinto nivel formado por un campanario de una iglesia oriental y una gran cúpula dorada, probablemente perteneciente a una mezquita. Junto a ello, dos gruesas chimeneas emiten una gran humareda y hasta se dejan ver las vivas llamas.
La segunda torre en la primera composición está organizada también en cinco niveles. El primer nivel está repleto de viviendas de un pueblo meridional y el segundo tiene un gran edificio decimonónico de piedra blanca y altas ventanas. En esa altura es donde un puente tiende un paso de una a otra formación rocosa. En el siguiente nivel destacan un torreón y un faro. El siguiente nivel es muy vertical y unas grandes aves revolotean alrededor. Por encima, en el último y quinto nivel hay viviendas singulares dispersas entre un roquedo que corona la elevación. Pero en Babel Tower #2 no deja ver al completo esa formación. Sí aparece entera en Babel Tower #2. Se puede contemplar un tercer torreón en el tercer nivel y una cima coronada por tres altos faros de franjas blancas y rojas. A la derecha de la formación rocosa se aleja un dirigible y el Sol derrama una límpida luz sobre esta torre. Pero es difícil distinguir una dualidad entre ambas “torres”.
La lectura de Babel en Mach parece relacionarse con las diferencias sociales que hay entre las urbanizaciones de las torres, alejadas de la pobreza, abandono y violencia de la zona desértica. El pecado de la Torre de Babel hoy en día no es pretender asaltar el cielo sino abandonar la tierra, alejarse de las zonas míseras de la ciudad.
Esa agregación masiva y caótica de edificios, junto con el fondo natural, montañoso y crepuscular –casi daliniano– tiene resonancias surrealistas. Pero en su conjunto ofrece una mirada social y urbanística sobre el mito de Babel. A estas dos torres no les hace falta que ningún Dios les castigue con la división sino que ellas mismas se han erigido para segregar, dividir y separarse de la mayoría de la gente de a pie.
Referencias
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Mach, David (2011) Babel Tower #1. Collage. Collection Precious Light. www.davidmach.com
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Mach, David (2011) Babel Tower #2. Collage. Collection Precious Light. www.davidmach.com