“No apoyaré jamás a una Iglesia que se mantiene en silencio mientras sus miembros colaboran con la desintegración de España. Que marquen la X los delincuentes separatistas y los de Podemos, que se ve que es el público que les interesa”.
Las ‘fake news’ –esas informaciones falsas, con datos distorsionados y un claro objetivo manipulador contra las que nos advierte Francisco en su mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales– están trayendo por la calle de la amargura también a la Iglesia en España, que ve como su campaña ‘X tantos’ para concienciar a la ciudadanía de marcar la casilla de la X en el IRPF, se encuentra en las redes sociales con mensajes como el anterior. Y es solo un ejemplo entre el muy nutrido ramillete de ‘recados’ de esa índole que se puede encontrar a modo de apostilla a la labor que la Iglesia hace con el dinero que cada ciudadano aporta al poner la X.
“El problema de fondo es que está creciendo un odio visceral hacia la Iglesia por el tema catalán, que está pasando factura también desde el punto de vista eclesial”, comparte un obispo, que asegura que “se está utilizando la cuestión para abrir el desafecto hacia la Iglesia”.
Lo curioso es que, en este tipo de desafección, coinciden la derecha y la izquierda, y no sorprende que medios generalistas que se tiene por católicos inviten al corte de mangas recaudatorio porque entienden que hay otro bien superior, la nación, que estos curas ponen en peligro.
Porque solo desde un expreso deseo de desinformación se puede seguir manteniendo en un medio de comunicación que la Iglesia apoya al separatismo catalán. Y solo quien quiere seguir confirmado en ese error –por más que se sea de misa diaria– es incapaz de buscar argumentos que le saquen de esa mentira.
