Más de la mitad de los padres del mundo se sienten negativamente presionados en la crianza de sus hijos y el 42% de las madres padecen sentimientos de culpabilidad. El 32% de los padres sienten soledad en el primer año de crianza.
El Índice Global de Parentalidad 2021 que ha realizado la investigadora de mercados Kantar para Nestlé mide entre sus indicadores el grado de presión que el entorno ejerce sobre los padres mientras están criando a sus hijos.
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En su conjunto, el 51% de los padres sienten una intensa presión negativa sobre su ejercicio parental. La presión negativa tiene dos procedencias: la externa ejercida por instituciones, el trabajo y el ambiente, y la interna, que es aquellos condicionamientos, metas y dificultades que uno se crea a sí mismo.
Solo en Suecia, la presión negativa interna es mayor que la externa, aunque en términos comparativos, la interna es menor que en los demás países. Mucha gente –un 42%-, especialmente las madres, se sienten culpables.
La presión externa se produce cuando uno recibe información no querida o se impone un modelo agobiante para los padres por parte de medios, el parecer general o las opiniones del entorno de relaciones.
Los padres declaran altos niveles de presión social sobre su ejercicio parental: el 51% se sienten presionados y el 40% se perciben juzgados por otros.
El 73% de los padres se sienten suficientemente formados e informados para tomar buenas decisiones en su crianza.
El 66% prefiere a profesionales de la salud como informadores sobre la parentalidad y el 62% también valora positivamente a sus familiares como consejeros.
El 31% no se considera preparado para gestionar al bebé cuando llega y el 53% se encuentra con que supone mucho más compromiso del que habían supuesto. El 43% se han sorprendido de que ser padres es mucho más difícil de lo que pensaban.
Los padres chinos son quienes padecen la mayor presión externa. El Informe lo atribuye a la herencia de la política del hijo único y a la enorme coacción para que los hijos logren el máximo éxito social.
La situación en España
“Los padres en España se benefician de los fuertes lazos familiares –es parte del tejido de la cultura española, donde un fuerte sentido de comunidad y las conexiones se conservan”, dice el informe de Nestlé (p.21).
Esto es lo que explica que España no tenga una mala posición respecto a las presiones, es el sexto país, pero el 33% de los padres se sienten sorprendidos por la distancia entre la realidad y lo esperado, sobre todo por la cantidad mayor de compromiso que requiere la crianza.
En otros países, la carencia de comunidad tiene fuertes impactos: en general, el 32% de los padres se sienten solos en los primeros meses tras el nacimiento de sus hijos. A lo largo de la primera etapa de crianza, el 40% de los padres británicos sienten especialmente aislamiento.
El soporte de la familia extensa también explica que España sea el cuarto país en resiliencia financiera –por detrás de Suecia, Alemania y Reino Unido- ya que cuenta con la ayuda del parentesco. Así todo, Suecia duplica la resiliencia financiera de las familias españolas.
Para un 62% de los padres del mundo la crianza tiene un fuerte impacto en su estado económico.
La paternidad es posiblemente la experiencia más importante que tenemos en nuestras vidas y es vital para la sociedad humana. Sin paternidad, no hay humanidad. Es el primer factor de sostenibilidad de lo humano, la concepción y cuidado de una siguiente generación.
Sin embargo, vivimos en una sociedad en la que no solo no se capacita suficiente para ello, sino que hay fuertes presiones laborales, consumistas, culturales y hasta sociales que no la facilitan.
