JUEVES
Una madre se confiesa ante la invitación que le hacen las catequistas para participar en plenitud de la primera comunión de su hijo. Le ha costado decidirse. Vuelca ante el sacerdote todo aquello que llevaba arrastrando. De todas las heridas compartidas que necesitarían ser sanadas de urgencia, el presbítero se detiene en un asunto. “Si no se confesó antes de casarse, el sacramento del matrimonio que ha recibido no es válido”.
Nada que objetar a la advertencia. Pero no vale dejarla ahí. Si la situación es tan flagrante, salga al rescate y ponga medios para ‘recasarla’ al día siguiente. Por cierto, lo del resto de piedras que traía en la mochila y que había encorvado su espalda, peccata minuta.
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VIERNES
Por la mañana, Consejo Editorial de ‘Vida Nueva’. Reflexión sobre cómo el lenguaje eclesial puede suponer una barrera para otros. Sobre la mesa, el término mistagogía. Cómo será que ni tan siquiera está en el diccionario de la Real Academia Española.
Por la tarde, confirmaciones en el colegio. Preside el vicario del Cerro de los Ángeles. Manuel Vargas. En la homilía engancha a los chavales llevándolos hasta el cine. Sin necesidad de proyectar, les mete de lleno en la trama de ‘Salvar al soldado Ryan’. Y les lleva la escena en la que Matt Damon se niega a ser rescatado, por no querer sentirse más privilegiado que el resto. “Hijo, hazte digno de esto”, le dice su superior. Palabras de acogida. Las de la película. Y las del vicario: “Muchas veces se nos acusa a los curas de echar la bronca desde aquí. Hoy solo quiero daros las gracias”.
SABADO
Jornada Mundial de los Niños. Lo sigo desde mi pantalla. Algo falla. Uno lleva una cuantas JMJ a las espaldas como peregrino. Otras tantas como periodistas. Encuentros y peregrinaciones multitudinarias. Todos, con sus momentos inolvidables. Y con sus tiempos de siesta. Pero tres horas después de contemplar lo que sucede en el Estadio Olímpico de Roma noto que algo se ha quedado cojo. El guión. El ritmo. Los cantantes. La espontaneidad de los niños y la naturalidad del Papa lo salvan todo. Pero algo no acaba de encajar.
MARTES
Los ecónomos diocesanos se reúnen en las jornadas sobre economía, sostenimiento y transparencia. La Iglesia busca blindarse a golpe de formación y de trabajo en red ante los timadores de libros, los nuevos fraudes digitales y los cazaconventos. Que no son pocos.
