JUEVES 9. Acto para presentar la Memoria de Actividades de la Iglesia. Hay quien lo considera espectáculo innecesario. Con quien comparto butaca, lo ve de otra manera. Me uno a él. “Hace 30 años ya pedíamos los datos de cuántos hospitales y cuántos colegios tenía la Iglesia para que la sociedad se diera cuenta de que está a su servicio”. Ahora se hace. “Es una deuda con los ciudadanos que nos confían su equis”, añade el cardenal Blázquez. En el escenario, se echa mano de un mago para cerrar el acto. Magia. Es la que hacen tantos por tantos sin tener apenas medios. Además, en su caso, no hay truco. Solo misericordia. En vena.
VIERNES 10. María Magdalena. Fiesta por derecho. Me cuentan, con sorna, que es más difícil hacer cambiar de parecer a un liturgista que a un canonista. Francisco lo ha hecho. Al menos en Roma. Por la primera discípula. La que primereó. Aunque ahora llegue la última a la festividad. Pero llega. Y no habrá quien se escape de celebrarlo.
DOMINGO 12. Reunión de la JMJ. La fecha se acerca y aquí ninguno nos apañamos con el polaco. Solo consigo deletrear en condiciones Wadowice. Pero con el santuario mariano me trabo. Una y otra vez. Para comunicarse, habrá que tirar de creatividad. Y de música. Con la canción del padre Damián y Toño Casado, estamos salvados. Fenómeno viral en Internet. Visitas a mansalva. Y opiniones, para todos los gustos. Algunos no comulgan con su “chundachún” ni con que otros lo hayamos bailado en directo. Les faltará sentido del ritmo… O del humor.
MARTES 14. Se presenta Éxodo, libro del cardenal Tagle. Horas después del eterno cara a cara entre los candidatos a la Moncloa. Dos horas y media y pocas conclusiones. O ninguna, más allá de lo previsible. Lo sentencia Sebastián Mora, secretario general de Cáritas, desde la iglesia de San Antón. “En el debate se hablaron de hipótesis, no de historias”. Esas historias estaban a la puerta de la parroquia, haciendo cola. Y no para votar. Quizá no tengan ni colegio asignado. Por eso no se habló de ellos en el hemiciclo televisivo.
MIÉRCOLES 15. Se planteaba como una jornada en defensa del refugiado. Y la han convertido en una proclama electoral. Por eso la Iglesia se apea. Porque no se trata de convertir a los que llegan de lejos en votos. Solo de reclamar sus derechos. Sin urnas de por medio.
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En el nº 2.993 de Vida Nueva