MIÉRCOLES 30. Almuerzo con Fernando. Comparte su sensación de no llegar a todo, de no ser capaz de responder a los frentes que tiene por delante. Pero tiene un consuelo: “El Espíritu Santo no toma café”. Hallazgo metafórico para ilustrar a un Dios siempre presente, despierto y alerta, que no se queda dormido.
JUEVES 31. Los abusos sexuales a religiosas. Lucetta Scaraffia da un paso al frente, después de que sor Rita Mboshu denunciara con una delicadez extrema en estas páginas lo que se avecinaba. Lamentablemente, es solo el principio. Una productora europea lleva tiempo trabajando en un documental que, según me cuentan, retrata en primera persona el drama.
VIERNES 1. La bomba para dinamitar la cumbre sobre abusos sexuales de febrero en Roma tiene el temporizador ajustado. Saltará el mismo día de su apertura en forma de libro. Si el Sínodo de la Familia comenzó con el prólogo de un monseñor que salía del armario directamente del Santo Oficio, ahora el capítulo lo escribe un periodista francés que el 22 de febrero se pondrá a la venta para airear, con algún nombre y algún apellido, a los curiales homosexuales. El título de la obra como declaración de intenciones: ‘Sodoma’.
LUNES 4. Andrea Riccardi presenta ‘Todo puede cambiar’ en Madrid. Madrina inédita: la ministra socialista de Defensa. “Es la primera vez que presento un libro en una iglesia”, suelta Margarita Robles. Habría que hacérselo mirar. No a la política, sino a la casa eclesial. No se la ve ni incómoda ni ajena. Tal vez, porque como ella misma atestigua, conoce y admira a la comunidad de Sant’Egidio desde hace 25 años. Es su referente eclesial, porque ha conocido de primera mano su mediación en conflictos, pero también su entrega con los sin techo. Visión más que positiva. Aprovéchese para tender puentes. Sobre todo cuando, al salir del templo, la ministra se va dejando caer que tiene “buen rollo” con el cardenal Osoro. Aprovéchese.
MARTES 5. Puesta de largo de la campaña de Manos Unidas. Impactado por los anuncios televisivos que muestran las preocupaciones vanales de aquí y los problemas vitales de allá. Levanto la mirada y descubro detrás de la sonrisa de Martha y de su atuendo indígena a una mujer que ha sabido dar un vuelco a un destino que la dejaba en la cuneta del liderazgo. Hasta que Manos Unidas se cruzó con ella. Hoy tiene voz. Y voto.
