Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Modificar el sistema de producción mundial


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Otra de las cuestiones que hemos aprendido de la pandemia es la conveniencia de apostar por modificar el sistema productivo mundial de muchos de los productos que utilizamos. Este está basado en grandes empresas que producen cantidades muy elevadas de bienes en algunos lugares del mundo (pero pocas veces en los países en los que se utilizan). Los procesos de producción están repartidos por países de modo que cada uno de ellos produce una pieza o varias del bien final.



Así, la producción de muchos bienes se concentra en unos pocos países. Hemos descubierto, aquellos que no conocíamos el sector, que gran parte de los medicamentos y de los suministros sanitarios concentran su producción en China o fuera de nuestras fronteras. Esto provoca que siempre estemos dependiendo de lo que sucede en otros lugares.

Cuando la sociedad sigue sus rutinas habituales, esto tiene una serie de rigideces que no son graves y no traen problemas, pero que en una situación como la actual repercuten en perjuicio de muchas sociedades y las personas que las habitan.

El motivo por el que la estructura es esta no es otro que la búsqueda del precio más económico. Concentrar gran parte de la producción mundial en países con bajos costes y fabricar cantidades ingentes del bien logran que el precio disminuya a pesar de los grandes costes logísticos que supone producir tan lejos del lugar en el que finalmente se van a utilizar estos bienes.

productos de alimentación

¿Tiene sentido esta manera de producir? Desde el punto de vista de la reducción de los precios finales del bien, puede ser que sí, pero desde otras miradas no parece razonable. Sería conveniente comenzar a pensar si no es más razonable un modelo de producción en el que exista un número superior de empresas que tengan una producción más reducida pero que se sitúen cerca de los lugares de consumo.

Estructurar un futuro en el que no existan estas macro-industrias en pocos lugares del mundo, sino que construyamos polos industriales de menor escala repartidos en distintos lugares de la geografía y cercanos a los lugares en los que se van a utilizar estos bienes, es una opción que nos evitaría muchos de los problemas además de aportarnos otras ventajas que voy a desglosar en siguientes entradas de este blog.