Rixio Portillo
Profesor e investigador de la Universidad de Monterrey

Nicaragua, entre el exilio y la esperanza: Un testimonio de fe”


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El documental ‘Nicaragua levantará’ del periodista Fernando Haro fue presentado recientemente en Madrid; el registro fílmico trata sobre la persecución que está sufriendo el pueblo nicaragüense por parte del régimen sandinista.



La pieza audiovisual  muestra en diversas fases los últimos años de horror, desde la visión, la voz y el testimonio de sus protagonistas, las víctimas de la línea de fuego que han sobrevivido a la represión y la persecución, con la cárcel y el exilio.

El horror delante de todos

Un comentario sobre Nicaragua y el odio a la fe y la religión católica no puede dejar pasar desapercibido el silencio de muchos que se dan golpes de pecho ante los ataques a iglesias en Gaza por ejemplo , pero la mudez acomodaticia cuando son templos católicos más cercanos los baleados. No hay cristianos de segunda, ni víctimas peores ni mejores.

El caso Nicaragua es una derrota continental y muestra cómo las dictaduras pueden seguir mutando, pero sobre todo es una clara señal de que no se ha podido cultivar una sana y recta conciencia civil y democrática.

Las cifras proporcionales al ser un país pequeño no son menos importantes; tres obispos exiliados, 170 sacerdotes, 245 religiosos, y otro centenar de laicos expulsados; sumado a más de 1500 ongs sin fines de lucro clausuradas arbitrariamente.

Nicaragua

Nicaragua con fe, caridad y esperanza

Del documental destacan tres elementos desde el brillo de los ojos de la gente y la voz emocionada y cargada del sentimiento de los nicas; la fe, la caridad y la esperanza.

La fe, porque Nicaragua es y será un pueblo católico, y ha sido precisamente el cristianismo el que los ha podido acompañar, defender y consolar ante el grosero mal que los amenaza. El marxismo y toda la romantización latinoamericana tiene su cuota de responsabilidad en decir lo contrario, ya que en los nicas, no ha sido la religión el opio, sino el antídoto contra el totalitarismo grosero.

En el documental una de las Hermanas de la Caridad dice “que me vayan a matar por mi fe es una alegría, el martirio es una gracia de Dios”, y es que la vida no solo se entrega en la sangre, sino también en el servicio.

La caridad, en forma de expresiones de solidaridad. Sorprende que a pesar del exilio, los testimonios del documental rechazan el odio; “No cargar una mochila de rencor” fue una de las lecciones aprendidas por Lesther Alemán, joven protagonista en los eventos del año 2018.

El mismo Haro, en forma de locución en off, se refiere a las Hermanas de la Caridad: “su gran humanidad, su gran manera de amar”, porque en el testimonio de la religiosa describe como ama tanto a Nicaragua, pero no desde lo abstracto, sino a los pobres, a sus pobres.

Por último en la esperanza, y con el permiso del papa Francisco, creo que es posible parafrasear, aunque suene redundante , en exiliados “en salida”, pero no porque huyeron para resguardarse en el propio egoísmo, sino porque comprendieron la salida en dar, para dar, para hacer presente la causa libertaria de su país. El exilio los empujó a darse y entregarse por los demás.

En clave de misericordia

La radiografía de la persecución nica en el documental no es desde la élite, los obispos exiliados y el nuncio expulsado no son los protagonistas, ni tampoco la voz ausente del cardenal Brenes que ya la historia le reconocerá sus actos , sino desde los laicos, desde el pueblo, desde los sencillos y humildes que Dios ha escogido para confundir a los poderosos.

Dos palabras que pueden resumir la pieza audiovisual, y que repiten varias veces sus protagonistas son  misericordia y Cristo vence siempre, por eso Nicaragua se levantará, y no en voz lingüística condicional, sino como certeza de que Nicaragua prevalecerá, porque el bien siempre cosecha frutos para el futuro.


Por Rixio Portillo R. Profesor e investigador de la Universidad de Monterrey.

Foto: Pixabay