Obispos que no quieren dar la nota


Compartir

José Lorenzo, redactor jefe de Vida NuevaJOSÉ LORENZO | Redactor jefe de Vida Nueva

Llevamos varios días de campaña electoral pero, en esta ocasión, parece que los obispos se resisten a entrar en ella. No quieren dar la nota. Literalmente. Cuando se redactan estas líneas aún no se ha reunido el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal, donde se podría decidir la elaboración de una nota ante las elecciones del 20-D.

Pero no se percibe el ardor guerrero de anteriores citas, para disgusto de quienes echan en falta un liderazgo episcopal más combativo, que encabece manifestaciones, redacte anatemas y se mire a sí mismo desde la autosuficiencia de quien cree que encarna una sociedad perfecta. A estos, Ricardo Blázquez les parece un blando que, por si no fuera poco, cree más en la colegialidad que en el culto al líder.

Sin embargo, hoy el ambiente en Añastro está más por enterrar esa concepción eclesiológica de la Iglesia como un poder en igualdad de condiciones al de las naciones. Es verdad que hay excepciones, pero ya no chirría el contexto democrático, plural y de respeto a todas las opciones, con las que, como en la Transición, están dispuestos a hablar y a entenderse. Saben que en este tiempo finaliza también aquel en el que la Iglesia era mirada con cierta reverencia.

Ahora tiene que ganarse de nuevo la confianza, lo cual no habría de costarle esfuerzo si volviese a ser ella misma, esa Iglesia evangélica que hace 50 años optó por librarse de las rémoras con las que había adornado su poder temporal.

Estas sí son las reflexiones que hoy se hacen la mayoría de los obispos. Y algunos creen que si la Conferencia Episcopal tiene que sacar alguna nota estos días de elecciones, habría de ser una que recordarse el valor de la misericordia en un país que ha logrado vivir en democracia y que quiere seguir aferrado a la paz. Sin más aditivos ni colorantes.

En el nº 2.968 de Vida Nueva

Más columnas de José Lorenzo

 

LEA TAMBIÉN: