JOSÉ BELTRÁN | Director editorial de Vida Nueva
SÁBADO 2. Echo a correr. Tranquilos, nadie me persigue. Con las zapatillas puestas, redescubro las periferias de mi barrio. Entre las moles de hormigón, unas ovejas pastando. A cien metros de lo que será en unos meses un Mercadona. Cambio de escenario. De pura lana en directo al tetra brick envasado. A unos metros.
DOMINGO 3. Parábola para el siglo XXI. Por el padre Miguel Ángel. “¿De qué sirve un móvil sin batería?”. La vid verdadera y los sarmientos.
LUNES 4. Día largo, jornada intensa. Mañana en la residencia de religiosas mayores de la Sagrada Familia de Burdeos. Cada bastón, cada silla, cada achaque… Suman años, pero multiplican obras. En El Congo, Sri Lanka, Brasil, España. Cien años tiene la hermana de Montserrat del Amo. Cien años y no pierde la sonrisa. La felicidad de la vocación. Una hizo de escribir su misión; la otra, hizo de la misión su vida. Le confieso que yo no sería yo sin “Rastro de Dios”. Lo vivo como si se lo hubiera dicho a su hermana. Por la tarde, más lectura. Presentación del libro de Juan del Río, arzobispo castrense. “La reforma de Francisco es la reforma de Juan de Ávila”. Y lo que le costó sufrir al de Almodóvar del Campo… Entre tanto, almuerzo con Antonio Carmona en la Peña Cuarto Poder. Da por hecho que será alcalde de Madrid. No decide él.
MARTES 5. Dan por hecho su nombramiento. Pero ya sabe que las quinielas episcopales se hacen para despejar candidatos. Y más cuando hasta los políticos tienen el suyo para colocar junto a Gaudí. Está tan acostumbrado a estar en la terna que no le agobia ser el que gana puntos ahora que se acerca la decisión.
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En el nº 2.940 de Vida Nueva.
