José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Pastoral de los tomates


Compartir

JUEVES. “Ojalá todas las instituciones supieran leer el momento del planeta como lo está haciendo la Iglesia”. Cita tuitera del ministro Garzón. Ojalá supiera reconocer que es la misma Iglesia a la que se reclama el IBI en sus salones de Cáritas o la cuota voluntaria de la concertada donde se aterriza Laudato si’.



VIERNES. Una puñalada acaba con su vida. A media tarde. Enfrente de Telepizza. Por ahí llevo pasando media vida. Como si nada. Hasta ahora. Violencia que crece. “¡Qué se les puede pedir a estos jóvenes marcados a los que no les hemos ofrecido un futuro ni herramientas para afrontar sus crisis!”, me dice alguien que les cobija bajo los soportales de su parroquia cuando llueve y nadie se atreve a resguardarles.

SÁBADO. Ouellet ante Francisco. Repaso de candidatos. Esta vez sí se firma. El sistema de antenas al margen de los cauces oficiales suele llegar a tiempo.
No siempre. En breve, más relevos notificados.

Por la noche, ‘Sálvame Deluxe’. Paz Padilla relata su confinamiento, acompañando a su marido para afrontar un cáncer terminal. Humorista de raíz, no solo ha sabido mirar con una sonrisa a la muerte. Se confiesa no creyente, pero su testimonio tumba, sin buscarlo, cualquier campaña pro-eutanasia. “Llegué a su vida para ayudarle a morir y amarlo con todas mis ganas. Es lo único que le he podido dar. Amor del bueno. Le decía ‘te quiero’ y ‘gracias’ 24 horas al día”. El amor, el paliativo que no se paga.

planta tomate verde

DOMINGO. Pastoral de los tomates. En la huerta de Juanjo. Diálogo abierto pisando tierra, que lleva a compartir inquietudes entre calabacines y manzanas. A los melones todavía les quedan unos diez días. Ha abierto uno y todavía está verde. Y sabe a verde. Toca esperar. Como todo en la Iglesia.

MARTES. El arzobispo Asenjo, hijo adoptivo de Sevilla. Título concedido a petición de Cáritas. Iniciativa de largo recorrido que ahora ve la luz. Lamentablemente, los tejemanejes políticos quisieron hacer ver que el mérito era de otros. Vox comunicó a bombo y platillo, a golpe de nota de prensa, que aquello era idea suya. No le bastaba con sumarse al reconocimiento de la mitra, sino que le venía bien apropiarse de la propuesta. No es la primera vez ni el primer lugar en el que buscan capitalizar el discurso católico. Por otro puñado de votos.

Lea más: