La tradición
Aunque la Cuaresma es el más sobrio de los tiempos litúrgicos, la tradición ha encontrado cómo ofrecer el tono adecuado a las celebraciones propias de este momento. Y es que la Cuaresma es el tiempo de la conversión, del arrepentimiento, de la relación personal con Dios, de la preparación al bautismo, de la esperanza que quiere entrever el mensaje glorioso de la Cruz, el tiempo de las promesas y la alianza, de la ceniza y el ‘via crucis’, del hijo pródigo y las tentaciones…
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Al lado de esto nos encontramos con la llamada de atención a reducir el acompañamiento de la música instrumental –con la excepción de puntuales solemnidades o del cuarto domingo, el de ‘Laetare’– para hacer más elocuente y significativo el silencio. Esto no quita espacio a los himnos propios de este tiempo que al menos en España guardan una riqueza increíble o incorporaciones como las Letanías de los Santos o un ‘Kyrie’ lleno de sentimiento. La ausencia del Gloria o del Aleluya en la misa hacen también más expresiva la liturgia y su tono penitencial y preparatorio a la Pascua. Por no decir algunos textos marianos de la tradición.
La novedad
En 2018 Hakuna Group Music sacó su propio Via Crucis musical. Y es que este movimiento no puede faltar en una selección de música religiosa contemporánea. La primera estación y quizá la más conocida se llama “No sé que viste en mí”. 15 estaciones y el estribillo “Por mí, por ti” componen esta propuesta completa. El estribillo es este que recogemos aquí.
Más tendencias
Entre las tendencias de música religiosa de Spotify siempre está bien posicionada la cantante Athenas. Ella misma ha confeccionado una lista pública de reproducción de sus propuestas más idóneas para el camino cuaresmal. Lo último que ha añadido es una canción para el momento de la comunión. Pero entre sus clásicos para este tiempo podemos recuperar “Al contemplarte en la cruz”.
Los niños
Un clásico son los cantos catequéticos. Unai Quirón ha querido, este año, ponerle letra y música a los materiales del dibujante Fano. Por eso su canción se llama “El Tesoro de Jesús”. “Cuarenta días vamos a caminar, en el desierto tendremos que buscar la vida, el agua y la luz, la marca de la Cruz, el tesoro de nuestra santidad”, dice la primera estrofa de esta marchosa canción en la que se retratan aspectos de las tentaciones y se fija el horizonte en la Pascua, en “el tesoro para resucitar”.