Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Qué papel tienen los cardenales en sus iglesias de Roma?


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El título

En cada consistorio para la creación de nuevos cardenales hay un momento especial que aporta información no conocida hasta ese momento. Es la entrega del llamado título cardenalicio, el ‘titulus’, es decir la asignación de una iglesia de Roma de la que a partir de ese momento el nuevo cardenal será su titular para mantener el elemento histórico de que el Papa es elegido por el clero de Roma. Es un elemento más de los que reflejan simbólicamente también la unidad y colaboración del purpurado con la misión papal, del obispo de Roma.



La tradición ha ido configurando una jerarquía estableciendo tres tipos de iglesias titulares: las históricas diócesis suburbicarias de Roma –las del entorno de Roma como al de Ostia que es la asignada al cardenal decano, aunque tienen su propio obispo que se encarga de ellas– para los cardenales obispos, las presbiterales para los cardenales presbíteros y las diaconales –unas 71 iglesias muy específicas– para los cardenales diáconos. Así, excepto los patriarcas orientales que están exentos de título romano, a cada purpurado se le asigna un templo romano incluyéndose en los últimos años los más modernos y de las afueras.

Ahora mismo hay 253 títulos cardenalicios que se encuentran divididos en 7 sedes suburbicarias, 175 títulos presbiterales y 71 diaconías. De ellos 6 títulos presbiterales y 6 títulos diaconales se encuentran vacantes por fallecimiento o renuncia de su titular. Además, por otro lado, hay 25 títulos históricos que se encuentran suprimidos en la mayoría de los casos porque ya no se usan para celebraciones católicas esos templos. A veces los papas mantienen el título diaconal al cardenal que pasa al orden de los presbíteros o se vincula un título a la persona concreta. Según los datos de la gran base de datos en línea Catholic Hierarchy, ahora hay 10 cardenales obispos –más dos patriarcas–, 206 cardenal presbíteros y 35 diáconos, lo que implica cierto ajuste de títulos.

Titulos Cardenalicios

La elección

Tras la celebración del consistorio del sábado la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice publicó la lista de Títulos o Diaconías asignados por el papa Francisco “a cada uno de los nuevos cardenales en el momento de la creación en el Consistorio Ordinario Público”. Es un ejercicio de artesanía la asignación de títulos en función del candidato y las vacantes existentes.

Así, en 2001, el entonces nuevo cardenal Jorge Mario Bergoglio recibió el título de la iglesia de San Roberto Belarmino, que tradicionalmente desde Pablo VI siempre ha tenido jesuitas –como el santo titular– y latinoamericanos al frente. De hecho, ahora no hay un jesuita ahí, pero sí el arzobispo de Buenos Aires. En las asignaciones de este fin de semana el veterano nuncio Angelo Acerbi ha recibido la diaconía de los santos Ángles Custodios en Ciudad Jardín que estaba libre desde 2022 y en la que permaneció como cardenal presbítero Agostino Cacciavillan.

El titular de la iglesia del centro que acoge los restos de san Camilo de Lelis se ha asignado al padre paúl Vicente Bokalic Iglic. En barrios de la periferia tendrán su templo de referencia Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio en Casal Boccone, el franciscano Luis Gerardo Cabrera Herrera en Centocelle, el otro franciscano Jaime Spengler en la Magliana Nuova, el turinés Roberto Repole en Pineta Sacchetti, Baldassare Reina y Frank Leo ambos en Primavalle, la diaconóa de George Jacob Koovakad está en la Circonvallazione Appia; o el redentorista Mykola Bychok en la Via Boccea. Más a las afueras, en Vitinia, está el templo del dominico Jean-Paul Vesco. No muy cerca del centro está San Felipe Neri, en Eurosia, la diaconía de Fabio Baggio; y en el Agro Laurentino está Domenico Battaglia. Más cerca, en el barrio Gianicolense está la iglesia de la Transfiguración asignada al filipino Pablo Virgilio David Siongco. Por otro lado, en el centro junto al Panteón está la diaconía de San Eustaquio asignada a Rolandas Makrickas.

Las novedades

Otros estrenan un título nuevo como es el caso de Fernando Natalio Chomalí Garib que será el primer titular de San Mauro Abad –una moderna iglesia también de las afueras–. Le ocurre lo mismo a Tarcisio Isao Kikuchi, SVD, que recibió el título de San Giovanni Leonardi, templo dedicado al patrón de los farmacéuticos también a las afueras. Nuevo es también la iglesia Maria Stella Maris de Ostia, que la recibe el otro nuevo cardenal del Verbo Divino, Ladislav Nemet. Nuevo es también el título de los santos Mario y compañeros mártires, otra parroquia de las afueras, en Tor Vergata, asignada a Ignace Bessi Dogbo, de Costa de Marfil. Otro más es el de la parroquia de Santa Giovanna Antida Thouret que tiene el conventual Dominique Joseph Mathieu en el barrio de la Vittoria.

Pero las novedades más comentadas en las felicitaciones a los nuevos cardenales no se quedan ahí. Uno de los purpurados más solicitados, uno de los dos dominicos que llevan la birreta cardenalicia con el hábito dominico blanco es Timothy Peter Joseph Radcliffe. Al que fuera superior general de la Orden de Predicadores se le ha asignado la diaconía de los Santos Nombres de Jesús y María, un templo que está en Via Lata. Una iglesia que está en la céntrica Via del Corso, con la diaconía vacante desde febrero de 2022. Hasta ahí todo normal. Pero parece que cambian los estilos del cardenal titular. Repasando las fotos de la llegada del anterior Luigi de Magistris en su misa de agradecimiento por la púrpura, en 2025 lleva unos ornamentos muy clásicos, con una mitra imponente y la casulla ‘de guitarra’. Y es que este templo está confiado a una sociedad de vida apostólica, el Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote al que tan cercano es el cardenal Burke que tdos los años se pasa por el seminario de Gricigliano. Fieles a su carisma son un grupo que se dedica a potenciar la misa tridentina ‘ad orientem’, por ello desde los años 80 es en esta iglesia de Roma donde se celebra con los antiguos misales –tarea que cumplen desde 1992 desde el instituto tradicionalista católico–.

Cardenales Papa Francisco Juramento

¿Veremos a Radcliffe de la misma guisa y con dicho misal? Precisamente la creación cardenalicia del dominico ha sido la más contestada desde determinados ambientes por considerar que se alejaba de la doctrina y la tradición más clásica. También es verdad que la presencia del cardenales en las parroquias es plenamente simbólica incluso cuando estos viven en Roma. Yo en un año no vi nunca en mi parroquia al cardenal titular –y sí a muchos otros–. “Con lo que nos odia, es normal”, me decía el párroco. Y eso que nuestro purpurado era diplomático de carrera –ya podía disimular un poco–.