¿Qué quieren los médicos en formación? Es difícil saberlo. La época de residencia es un periodo limitado en el tiempo (entre 3 y 5 años) en que se es, a la vez, trabajador de la sanidad y personal en formación. El sueldo es bajo, pero en muchas ocasiones, fuera de los turnos de guardia, las responsabilidades son escasas. Las guardias siempre han sido un problema, puesto que muchos hospitales se basan en los médicos en formación para la asistencia en urgencias. En este contexto, los médicos se sienten “mano de obra barata”.
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La relación entre formación y bienestar personal es compleja, y no parece que bien resuelta. Existen exigencias que a veces son impopulares, pero necesarias. Tendemos a pensar que el modo en que cada uno se formó fue mejor, pero, aun aceptando ese sesgo, debo decir que no me gusta lo que veo, al menos en el hospital en el que trabajo. Los residentes libran las guardias, lo cual es comprensible pero adverso para su formación, porque el tiempo de exposición a los pacientes disminuye de forma drástica. Con ello queda dañada la asunción creciente de responsabilidades clínicas, clave en el entrenamiento de un médico. De hecho, con toda sinceridad, me costaría confiar mi salud o la de un ser querido a algunos de los médicos en formación que me rodean.
Condiciones laborales
Las condiciones laborales pueden a veces parecer demasiado exigentes, pero son críticas para el aprendizaje y el cuidado de los pacientes. Hay incomodidades y retos que se deben asumir si se quiere ser un médico competente: la falta de sueño, las largas horas de trabajo mal remuneradas, el tiempo de estudio que se debe robar a otras aficiones y ocupaciones. Las estructuras hospitalarias deberían mejorar, pero, mientras eso no ocurra, y no está en nuestras manos contratar más personal o modificar los horarios, hay que integrarse en las mismas y aprovechar al máximo el tiempo de formación.
Ante la actitud que veo en no pocos médicos residentes, me surgen algunas preguntas: ¿no será que no se estima la profesión, o no se pensó en el esfuerzo que iba a exigir? ¿No será que se ve la medicina más como un trabajo que una vocación, o que no se ve futuro en la profesión, o no se disfruta del tiempo que se dedica? Porque, si es así, pobre del médico, y pobre del paciente a quien atiende y atenderá en el futuro. Con la medicina casi nadie se hace rico, se sufre bastante y es raro encontrar reconocimiento a los desvelos que exige, pero no puedo concebir un modo mejor de dedicarme a mis semejantes y al mismo tiempo ganarme la vida de forma honrada.
Recen por los enfermos y por quienes les cuidamos, por nuestro país y nuestro mundo.