Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Qué razones llevarían al Papa a renunciar?


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La Cruz

La renuncia de Benedicto XVI supuso, en cierta medida, una desmitologización de la recta final del pontificado de Juan Pablo II y su empeño de mostrar al mundo al Papa desde la cruz del dolor. No olvidemos que el pontífice polaco había escrito en 1981 la carta apostólica ‘Salvifici doloris’ sobre “el sentido cristiano del sufrimiento humano”. Para muchos comentaristas avezados Wojtyła encarnaba ese valor salvífico del sufrimiento, dicho con todo el respeto, en cada ángelus interrumpido o en cada audiencia somnolienta.



El heroísmo del Papa que no sintió la tentación de bajar de la cruz, dio paso al noble gesto de Benedicto XVI que, en la materia y en la forma, parecía tomar distancia con las imágenes de lo que el propio papa Ratzinger definió como hacer del sufrimiento “casi una forma de gobierno”. Benedicto XVI renunció en un consistorio ordinario público, en latín y apenas sin romper el orden del día que preveía establecer unas fechas de canonizaciones. El contenido era claro y directo –a pesar del latín–. En su declaración señala que “después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando”. Para el Papa, “sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”.

Más allá de esta explicación, para responder a los más wojtilianos, en una de sus últimas audiencias tuvo que aclarar explícitamente: “No abandono la Cruz, sigo de una nueva manera con el Señor Crucificado”. “Amar a la Iglesia significa también tener la valentía de tomar decisiones difíciles, teniendo siempre presente el bien de la Iglesia y no el de uno”, señalaba Ratzinger en la que ratificaba que “la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra”, sino de Jesús.

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La Pascua

Y es que la Iglesia no vive instalada en la Cruz sino en la esperanza y la fe en el Resucitado. Una luz más fuerte que los devenires históricos que llevaron a renunciar en 1415 a Gregorio XII tras la celebración del concilio de Costanza, impulsado por un grupo de obispos contrarios al Papa o los que, tras cinco meses en la cátedra de san pedro, llevaron a Celestino V –cuya tumba visitará Francisco en L’Aquila– a volver a su vida ermitaña.

Es el impulso del Espíritu el que mueve la Iglesia y el que está llamado a hacerse más presente en las estructuras vaticanas con esta reforma que alcanza también al papado. Este aspecto es esencial en la configuración de la Iglesia y por lo tanto en su gobierno. Por lo tanto, la fe no justifica los errores del pasado; pero sí pone a todos los cristianos y a la institución misma en un estado de continua conversión. El discernimiento, cuyo mecanismo el papa Francisco tan bien conoce, es una herramienta válida y oportuna incluso para una renuncia papal.

Lo bueno del discernimiento es que no solo se queda en la valoración de una serie de parámetros de eficiencia (salud, fuerza física, cumplimiento de la agenda, capacidad para viajar, fatiga mental…) o de funcionamiento empresarial (control de la curia, capacidad de reacción a los escándalos, crisis de comunicación…). El discernimiento proporciona la luz de la fe y los criterios evangélicos suficientes para ver el alcance de un dolor de rodilla o de una agenda de viajes. En esto, nuevamente, Benedicto XVI nos ha enseñado el camino al apuntar directamente al “vigor” necesario que el Papa necesita en el cuerpo y en el espíritu.