Llevamos ya unos cuantos días con el efervescente tema Rubiales. Incluso ha habido columnas periodísticas que hablaban de la David Jennifer Hermoso contra el Goliat Rubiales. Por muchas razones, no sé si cabe una comparación semejante, pero, en todo caso, eso me proporciona la “percha” –como dicen los periodistas– para traer a la palestra la conocida historia –¿o no tanto?– de David y Goliat.
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El primer libro de Samuel
El famoso episodio aparece en el primer libro de Samuel, cap. 17. En el que se podría considerar el primer episodio del ascenso de David al trono, durante una campaña entre israelitas y filisteos, se va a producir un combate singular entre el representante filisteo y el israelita. Por parte filistea, Goliat es presentado como un temible “gigante”: “Llevaba un yelmo de bronce en la cabeza y vestía una coraza de escamas de bronce que pesaba unos sesenta kilos. Llevaba grebas de bronce en las piernas y una jabalina de bronce en la espalda. El asta de la lanza era semejante a un enjullo de tejedor, y su punta de hierro pesaba unos seis kilos” (1 Sam 17,5-7). Por parte israelita, David, el menor de ocho hijos de un efrateo de Belén, estaba llevando alimento a sus hermanos mayores, que estaban en el frente de batalla. Este joven, que se presta voluntario para luchar con el filisteo, rechaza las armas y armadura que le ofrece el rey Saúl. Y se presentará con las armas del pastor: una honda y cinco cantos rodados. El desarrollo y final de la batalla ya es conocido.
Sin embargo, en el segundo libro de Samuel leemos: “Después de esto hubo todavía otra batalla en Gob contra los filisteos. Sibecai, el jusita, mató entonces a Saf, uno de los hijos de Harafa. Después se reanudó en Gob la batalla contra los filisteos. Eljanán, hijo de Yaír Oreguín, de Belén, mató a Goliat de Gaza. La madera de su lanza era como una percha de tejedores. Hubo otra batalla en Gat. Había allí un gigante que tenía seis dedos en manos y pies, veinticuatro en total. También era hijo de Harafa. Injurió a Israel, y lo mató Jonatán, hijo de Simai, hermano de David. Esos cuatro le habían nacido a Harafa en Gat, y cayeron a manos de David y de sus servidores” (2 Sam 21,18-22).
Los especialistas consideran que, probablemente, había noticias que recordaban combates memorables: Eljanán ben Yaír mató a un Goliat grandullón, y “Jonatán, hijo de Simai, hermano de David”, acabó con un “gigante” que tenía además seis dedos en manos y pies. Posteriormente, estas noticias se fundieron y fueron transferidas al entonces ya reinante David, elaborándose para mayor gloria del rey y del Señor.
Lo importante es el modelo que se ofrece de que, en ocasiones, el pequeño puede con el fuerte, aunque luego haya que examinar en cada caso quién es quién.