El ruido de la guerra, la opresión de los tiranos, el imperialismo de las potencias y la represión contra los más pobres en nuestras sociedades han oscurecido de nuevo nuestro mundo con nubarrones que el planeta ya ha sufrido demasiadas veces y reconoce con temor. Necesitamos inspirarnos en los profetas que levantaron su voz y sus manos contra los dictadores, la injusticia y su terror. Entre ellos, en el siglo XX destaca el sacerdote, activista, poeta y místico Ernesto Cardenal.
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Me viene a la mente la última fotografía de Ernesto Cardenal en el hospital, cuando monseñor Silvio José Báez, obispo de Managua, se arrodilló ante él pidiéndole su bendición. El Papa Francisco había rehabilitado al viejo profeta, quien a lo largo de su vida asumió tantos riesgos que sin duda, como todos los profetas que luchan contra las peores tiranías, cometió excesos. Tras su participación personal para democratizar Nicaragua y llevar educación, agua, electricidad, vivienda, seguridad, pensiones, etc. a las mayorías empobrecidas de la sociedad, consagró su vida a la poesía, el arte, la oración, sin abandonar nunca el compromiso con la justicia desde la Fe. Convertido en un símbolo mundial de la lucha social, ha prestado su apoyo a numerosas causas y así ha sido reconocido por las más altas instancias de Europa y las Américas. Hasta el final de su vida defendió a la ciudadanía y a la Iglesia contra la dictadora de los Ortega en Nicaragua.
El mundo ha reconocido la figura de Cardenal y su compromiso con la justicia y su creación poética ha sido capaz de llevar la Palabra, la Vida de Cristo y el Amor de Dios a lugares a donde la Iglesia no suele llegar: a corazones de millones de activistas por la justicia, la paz y la libertad, y a millones de almas a las que la poesía hace vibrar.
Lo más relevante de la obra y vida de Cardenal ha sido su lucidez para unir en una sola visión contemplación y acción, la ciencia y la Fe, la poesía y la Palabra de Dios, la creación de reflexión y a la vez experiencias prácticas inspiradoras, el arte y la lucha por el pan y la sal de los más pobres, la justicia global y la liberación local y diaria.
En un tiempo en el que más que nunca en el último medio siglo es crucial la unión de la fe y la Justicia, necesitamos inspirarnos en el compromiso social y poesía mística de Ernesto Cardenal. Las Parroquias Jesuitas del Norte de Madrid nos unimos al Centenario de su nacimiento celebrando un retiro el sábado 12 de abril de 2025. Necesitamos hacer pueblo, hacer silencio y dejar que entren en nosotros las semillas proféticas de su vida y voz, llenas del amor de Dios.
A través de ‘Vida Nueva’ os facilitamos en pdf el cuaderno de oración, de modo que podáis libremente replicarlo en cualquier lugar del mundo. Tiene una lista de música que podéis usar y tan solo necesitáis tres lectores que animen el retiro. Cualquier duda, escribidnos a fvidal@comillas.edu
Ojalá la ejemplar vida de Ernesto Cardenal nos infunda la valentía, lucidez y amor a Dios para estar a la altura de lo que este momento de la historia pide de nosotros. Como escribió en sus Salmos,
“Escucha mis palabras, oh, Señor,
oye mis gemidos, escucha mi protesta,
porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores.
¡Oh, Señor,
que sepan que son hombres y no Dioses!”
