Con más preguntas que respuestas, así me ha dejado la renuncia de un sacerdote quien fuera considerado como ‘influencer’ en las redes sociales. No pretendo ser juez de su decisión; sin embargo, quiero compartir mi opinión acerca de todo esto.
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Para poner en contexto, dicho sacerdote ha recibido una gran cantidad de reconocimientos por su destacada labor en los medios digitales, notorio por sus opiniones y seguido por muchos, que deseaban encontrar en la figura del sacerdote algo más que leyes espirituales y reglamentos religiosos.
Su renuncia abrupta, aunque anticipada, ya que lo hizo en tres partes, todo esto para crear expectativa acerca de los ajustes que iba a realizar en su nueva vida, no fueron suficientes para dejar caer sobre él, una cascada de comentarios de todo tipo hacia su deseo de servir al Señor desde otro estado de vida. Como haya sido, la baja de un sacerdote duele a la Iglesia, a todos, y es que su decisión crea confusión ¿por qué un sacerdote deja de serlo?
¿Qué fue lo que le motivó a dejar el Ministerio? ¿Ocho años de servicio no llenaron su vida? De acuerdo a lo que comparte en sus videos: “Decisión en libertad y en paz, fruto de un buen acompañamiento y reflexión”.
Sacerdote para la eternidad
Algunos pensarán que es mejor dejarlo todo que vivir en la amargura de realizar algo que no satisface y es este el punto al que quiero llegar: Si algo le faltaba a su deseo de vocación, no tendría que llevarlo tan lejos, era mejor retirarse antes de comenzar y no después de un tiempo de ejercicio. En palabras del mismo ex sacerdote: “Se trata de una renuncia del ejercicio del sacerdocio Ministerial, pero no una renuncia a mi vocación”.
Las tentaciones están en todo lugar, especialmente en quienes han sido reservados y separados para Dios y dejarse seducir por la falta de sentido es lo que el mal está esperando para atacar, para acabar con esas almas que dejaron de luchar, porque se sienten abrumados por las circunstancias. Será sacerdote para la eternidad, pero sus funciones se limitarán y el daño a la feligresía ya está hecho.
Aunque las opiniones se dividan, creo que al existir una crisis actual vocacional, éstas acciones no solo desalientan a las nuevas generaciones, dicho sea de paso; se trata de una persona joven, crea una cierta incertidumbre en los creyentes, si el pastor no está para cuidar a las ovejas, entonces ¿quién lo hará?
Siervo frágil
Al término de su video ofrece perdón por el daño que pudo haber causado, entiende a quienes se sientan tristes y decepcionados por esta decisión, que deja en todo momento que fue tomada de manera madura y acompañada. Si obtiene la dispensa de Roma, dejará de ejercer su ministerio, es decir, ya no podrá celebrar los sacramentos.
Se describe como siervo frágil, aceptando una debilidad ¿cuál? Porque nuestra lucha es espiritual y el amor de Dios nos recuerda que somos victoriosos, vencedores por su Misericordia.
Que el corazón de todos nuestros sacerdotes y religiosas, primero busquen la santidad y luego intercambios con el mundo, porque si no, caen en enfrentamientos más que en evangelización donde su corazón debe obrar.
Oremos por el orden sacerdotal para que al momento de intentar llenar al mundo del Evangelio, no sean atrapados por él, que la mirada, mente y corazón de nuestros sacerdotes estén en el momento de la Consagración, centro y fuerza de la vida espiritual. Finalmente, un sacerdote se retiró y esa es la cuestión.
