José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Sarah, Benedicto XVI y Don Patricio


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VIERNES. Sarah visita a Benedicto XVI. No lo digo yo ni blog alguno. Lo cuenta el cardenal en su cuenta de Twitter. No se discute el encuentro, pero sí la necesidad de contarlo. Justo tres días después de que el entuerto del libro pareciera resuelto. Algo así como un selfie de las adolescentes que no buscan disfrutar del concierto de Don Patricio, sino hacerse la foto para presumir en sus redes. Al primer tuit de la cita reconciliadora, le siguen otros dos de promoción de la obra.



LUNES. Orar con un retal, una aguja, un hilo y un botón. Freno en seco la prisa para que la labor del artesano lo envuelva todo. Sensación de temor por no dar bien una sola puntada, por no ser capaz de enhebrar. Errada concepción de que solo participan dos manos. Cosen cuatro. Lo de menos es la perfección. Tampoco preocupan los derechos de autoría o coautoría al Dios al que gusta firmar como anónimo en mi vida.

MARTES. Tarde de encuentros. Primero, en Cáritas Madrid. Debate sobre la responsabilidad social de los periodistas. Mea culpa. No se está a la altura y en ocasiones el pobre se utiliza como un objeto más de consumo mediático. Pero otras tantas, que no son pocas, su nombre y su rostro humanizan unas cifras que ni siquiera llegan a entrar por un oído para salir por el otro. Lo viven Rocío e Ignacio. Redactora y fotógrafo. Juntos en el blog Framework, dando voz a los sin voz. Sin lanzarles a un precipicio público. Ofreciéndoles incluso un espacio liberador.

Segunda posta de la tarde, en casa de los jesuitas. El libro de La Bella. Canela. Por su pericia para iluminar este recorrido posconciliar. Por las herramientas para entender al primer Papa de la Compañía. Por honrar a tanto jesuita que en lo oculto o en el liderazgo propició el aggiornamento. Ese que tanto asedió Rodé.

MIÉRCOLES. Sor Lucía Caram y el padre Ángel. Bajo el foco. Una vez más. En su particular lucha contra la pobreza infantil se las han ingeniado en una campaña de microdonativos. #Invulnerables. Y consagrados en el photocall. Hay quien solo ve pavoneo y declaraciones salidas de tono en sus actos públicos. Los que se quedan con el flash. Peaje por dar la cara. Y partírsela incluso. Un paseo por San Antón. O por el convento dominico. Ambas visitas recomendables. Para empaparse de lo que Mensajeros de la Paz y la Fundación Santa Clara mueven. “La causa lo merece”, apunta ella.

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