Otra de las cuestiones que hemos aprendido durante la pandemia es que si bien la tecnología nos ayuda a mejorar nuestras herramientas de lucha contra la plaga, debemos aprender a utilizarla con precisión, y para ello necesitamos que esté a nuestra disposición. Porque todos nuestros avances tecnológicos tienen que producirse, tienen que traducirse en productos utilizables por la población. Sin suministros suficientes, la tecnología se vuelve inútil, no nos sirve para nada porque no podemos disponer de ella.
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Por otro lado, hemos visto como puede existir tecnología disponible a ser utilizada para luchar contra la plaga que queda parada durante el problema. Porque la tecnología no solamente debe existir, sino que tiene que haber personas que la utilicen y que lo hagan correctamente. Otra vez, la tecnología por sí misma no soluciona nada, necesitamos equipos que sepan utilizarla y que la apliquen a soluciones adecuadas para los problemas que se plantean.
Otro aspecto que hemos aprendido es una utilización de la tecnología de la comunicación que nos permite relacionarnos más y mejor con la persona querida que tenemos lejos de nosotros. Muchas personas ya conocían de las ventajas de la videoconferencia para comunicarse y ver a sus seres queridos. Pero muchas otras han accedido por vez primera a estos recursos gracias a la situación de encierro en nuestras casas que hemos vivido la mayoría de la población.
Tecnologías que previamente se consideraban frías por algunos y a las que no le veía aplicación práctica, se convierten en medios de acercarse al otro, de estar en contacto con el ser querido, de relacionarse con quien está lejos físicamente pero cerca de nuestro corazón.
Las tecnologías no son buenas en sí mismas, sino según como las utilizamos. Si cuentan con los recursos suficientes para ser aplicadas, si existe equipos y personas que saben utilizarlas para fines loables y de mejora de la sociedad y si, por último, nos acercan a los seres queridos que tenemos lejos y con los que podemos relacionarnos gracias a ellas, van a tener unos efectos positivos sobre la vida de las personas. Hacer reales estas posibilidades es un desafío que tenemos que afrontar en nuestra sociedad para que las tecnologías se utilicen de manera positiva para la vida de las personas y la mejora de las comunidades en las que viven.
