Todos nuevos para un año nuevo 2024


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El comienzo de un año nuevo es tiempo propicio para renovarnos, para las buenas intenciones y promesas de cambio, para pasar la página del año que termina y empezar de NUEVO. Estos propósitos e intenciones las hacemos de acuerdo con la realidad personal, familiar y social que vivimos.



Nuestro contexto nacional, internacional y mundial nos exige salir de nuestros pequeños intereses individuales para asomamos a la ventana desde la cual podemos contemplar a la humanidad esperanzada, expectante, angustiada, atribulada, esperando mejoras, cambios, soluciones …

Nuestro momento actual está marcado por dificultades, grandes y graves problemas, brechas e inequidades que a todos nos afligen, nos interesan, nos afectan y angustian tales como la destrucción medio ambiental que se manifiesta en desastres ecológicos y en el calentamiento global, las guerras en distintos frentes del planeta, la amenaza de guerras que escalen a nivel mundial, la aterradora posibilidad del uso de armas biológicas, atómicas o nucleares.

Pero también nos ahoga la corrupción en gobernantes y lideres políticos y religiosos, lo mismo que nos preocupa el populismo de lideres políticos en muchas naciones amenazando la democracia ‘ el hambre y la miseria de las grandes mayorías frente al lujo y derroche de unos pocos, el fenómeno migratorio de grandes masas de población que, en distintos lugares de la tierra se ven obligadas a abandonarlo todo, arriesgándolo todo y con escasas o nulas esperanzas de mejorar su porvenir.

La falta de oportunidades de trabajo digno, estudio, vivienda y de acceso a sistemas de salud de millones que claman por una oportunidad sobre la tierra, la invasión de la privacidad por multinacionales informáticas que almacenan datos íntimos del diario vivir de todos, el avance de la inteligencia artificial como posible amenaza contra la inteligencia humana, el enorme poder de los conglomerados económicos y dueños de los medios de comunicación social que imponen su interesada verdad y posverdad en contra de la verdad en la información, a la que todos tenemos derecho, además de la discriminación a diferentes niveles (políticos, raciales, religiosos, económicos, sexuales) son algunos factores que nos impiden concebir un ano nuevo más próspero.

Academia 3

Pero además, nos inquieta mucho el asunto del agua, la necesidad urgente de agua potable para tantos o la escasez de agua que pudiera afrontar la humanidad, sumado a la desnutrición de tantos, al envejecimiento de muchas sociedades, al problema de las pensiones como derecho económico de los jubilados, a la violación flagrante y sistemática de derechos humanos a tantos inocentes e indefensos, el hacinamiento carcelario, la inseguridad de niños y jóvenes en el uso de las redes sociales, los permanentes tiroteos y masacres …

Este panorama nos habla de una sociedad y de un mundo que no es el mejor de los mundos. El inicio de un nuevo año es tiempo propicio para reflexionar, para renovar ánimos, propósitos, e intenciones, para aunar compromisos y esfuerzos por hacer de nuestra nación y de la humanidad entera el mejor espacio de vida posible, vida amable y abundante, vida humana, nueva y feliz para todos.

Lograr el mundo que soñamos es la tarea que a todos nos compromete en el diario vivir. Tarea que se realiza con la suma de nuevas y mejores actitudes, palabras y acciones cotidianas de todos.

La nueva sociedad, el nuevo mundo que sonamos solo será posible si primero, construimos, en cada uno de nosotros, un mejor ser humano. Las estructuras, instituciones y organizaciones sociales serán nuevas y mejores si los hombres y mujeres que las creamos y conformamos somos, primero, nuevos y mejores seres humanos, mejores personas, mejores ciudadanos.

Si empezamos a ser hombres y mujeres libres del miedo, de la ambición, de la codicia, del odio, del rencor, del que dirán, de la adulación, del apego a las riquezas, podríamos conseguir la nueva humanidad y mundo que soñamos porque esta requiere de hombres y mujeres libres de la mentira, de la soberbia, de la hipocresía, del servilismo, del egoísmo, del individualismo, del consumismo; libres de la intolerancia, de la inequidad, de la injusticia, de la violencia, de la discriminación, de la corrupción y de la muerte.

El mundo que hemos de construir nos necesita a todos capaces de amar, capaces de construir perdón, justicia, verdad, generosidad, servicio, capaces de construir vida abundante. El mundo actual nos necesita capaces de solidaridad y de libertad, capaces de dialogo y de participación en la búsqueda del bien común, capaces de respeto por las culturas, por las diferencias, por la diversidad y la naturaleza.

Nuestra situación actual exige el empeño de todos para construir sociedades humanas en las que prime la vida sobre cualquier otro interés, en las que sean primero la personas que las cosas, la ética más importante que la técnica, el servicio más importante que el poder, el bienestar de todos más importante que el bolsillo de cada uno, la persona más importante que la empresa y la riqueza, lo trascendente y permanente más importante que lo material y lo pasajero, el ser más importante que el tener.

En definitiva, el mundo nos necesita a todos como seres humanos capaces de humanidad en fraternidad.

DESEO A TODOS UN FELIZ AÑO NUEVO. Y será feliz si CADA UNO Y TODOS, cambiando lo que tenemos que cambiar, mejorando lo que tenemos que mejorar, renovándonos y siendo hombres y mujeres NUEVOS, nos empeñamos en hacer del 2024 un año verdaderamente NUEVO PARA TODOS.


Por Mario J. Paredes, miembro del Consejo Directivo Internacional de la Academia Internacional de Líderes Católicos.